"En el lugar donde estemos, imaginemos que estamos al frente de nuestros padres. Pensemos en cómo nos sentimos al respecto, a quién vemos primero y de qué forma". De esta manera Marcela Mur ofrece un ejercicio de visualización para profundizar en nuestra relación con nuestros padres. Ella es consteladora familiar y nos invita a explorar esta filosofía y a considerar cómo puede enriquecer nuestras relaciones familiares y personales.

Según Marcela, la clave para evolucionar como humanos es "asentir" a la vida: "El asentir es ser con la situación, un sí a lo que estoy viviendo, aunque no lo entienda. Al contrario, aceptar es más orientado a la resignación", declaró en una entrevista realizada el miércoles 18 de octubre, realizada por Martha Bazán, coach ontológica integral y co-fundadora de Khuska, como parte del ciclo de charlas 'Ser íntegro' que realiza Convive en alianza con Khuska.
 

Las constelaciones familiares se basan en la idea de que los sistemas familiares tienen un propósito vital. Este enfoque, desarrollado por Bert Hellinger, descubre las fuerzas ocultas que operan dentro de las familias y cómo estas dinámicas pueden influir en nuestras vidas. 

A través de la representación corporal, las constelaciones familiares permiten mostrar quiénes están excluidos o marginados en un sistema familiar y cuál es la dinámica oculta. Este proceso de reconocimiento y representación es esencial para resolver conflictos familiares y liberar tensiones. "Es común que casi todos nosotros representemos a un excluido en nuestra familia", afirmó Marcela Mur.

La relación entre padres e hijos es fundamental: "En primer lugar, somos hijos de una unidad llamada padres. En esa unidad, hay un padre y una madre. [...]. Los sistemas familiares tienen un propósito: pasar la vida", explicó Marcela. Esto resalta la importancia de comprender nuestras relaciones para vivir una vida adulta más equilibrada y armoniosa.

Marcela subraya la importancia de honrar y agradecer a nuestros progenitores. “Nuestra existencia se debe a nuestros padres, el padre nos procreó y la madre nos llevó en el vientre". Según ella, al agradecer "nos remitimos al momento maravilloso de nuestra concepción", permitiéndonos crear un espacio de autoconciencia.

Una vez realizado el proceso de aceptación, Marcela enfatiza la importancia de trabajar con nuestros padres de manera incondicional, utilizando nuestra autonomía. "El adulto actúa desde la ética. Esta nos guía con la intención de ir hacia adelante. Hacer lo que corresponde desde el corazón", mencionó.

Mur nos recuerda que lo sistémico ve solamente el hecho, no la intención, y nos anima a "renunciar al juzgar, ya que no sabemos las circunstancias a las que nuestros ancestros estuvieron sometidos". Esto nos permite comprender las dinámicas familiares desde una perspectiva más compasiva y comprensiva.