La soledad: una epidemia que también afecta al Perú

Por Edward Briceño | 31 Enero, 2024



Durante la pandemia, el 39% de los peruanos advertía que se sentía "más solo" que antes. En ese período la depresión pasó de afectar al 2,8% al 7,5% de la población. Esta situación ha sido particularmente complicada para las poblaciones vulnerables, como los adultos mayores que viven solos, que en Lima Metropolitana representan el 14% de los hogares. Por otro lado, las tecnologías pueden permitir que personas socialmente aisladas, sobre todo jóvenes, encuentren un recurso para generar contactos externos, aunque la conveniencia de su uso también puede ser relativa. En este contexto, Convive entrevistó a tres especialistas en salud mental para conocer las características de la problemática de la soledad en el Perú.

 

 

Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la soledad como una nueva epidemia global. Esto estuvo acompañado con la iniciativa de crear una comisión especial que tiene como principal tarea definir y atender un “programa mundial sobre conexión social”. En este contexto, Convive, la sección de bienestar integral de Convoca.pe, conversó con tres reconocidos psiquiatras sobre este problema de salud pública en el Perú.

Los tres coinciden en que la pandemia exacerbó la tendencia de la población mundial a sentirse cada vez más sola y, por ello, ha aumentado la cantidad de personas que ahora requieren de atención en el sistema de salud mental peruano. “[El problema] se ha visto desgraciadamente agravado por toda la etapa del COVID 19, por el distanciamiento social y la cuarentena”, confirma Luis Matos Retamozo, psiquiatra y especialista en salud pública.

Y es que en Perú, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental, las cifras por depresión crecieron de 2,8 % a 7,5 % durante la pandemia. Además, una encuesta de la consultora Ipsos reveló que el tiempo en cuarentena hizo que un 39% de peruanos se sintieran "más solos" que antes.

 

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Luego de la pandemia, el 39% de peruanos se siente "más solos" que antes. Fuente: IPSOS.
 

Por su parte, la directora del área de Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”, Sonia Zevallos Bustamante, cataloga a la soledad como una "epidemia silenciosa", no totalmente cuantificada. La soledad, por lo común, suele desencadenar diagnósticos como la depresión, que según Zevallos, es el que más se asocia con el perfil del que se siente aislado.

Según la OMS, “a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión. En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) atendió 280.917 casos de depresión durante 2023, de los cuales el 75,5% corresponde a mujeres y un 16,5% a menores de edad.

Lo que se entiende por soledad varía según el contexto en el que es presentado. Renato Alarcón, psiquiatra especializado en políticas públicas de salud y profesor emérito de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Mayo Clinic, comenta para Convoca.pe que la soledad es un fenómeno complejo que va más allá de la simple falta de compañía, pues abarca aspectos psicológicos, culturales, biológicos y sociales.

Clínicamente hablando, "se describe como la persistencia de dificultades interpersonales (es decir de funcionamiento) en la relación de la persona afectada con su alrededor”, explica Alarcón. Sostiene que la soledad debe entenderse desde perspectivas “individuales y sociales”.

Una aclaración importante de parte de los profesionales es que la soledad no implica necesariamente estar solo en un plano físico, sino “sentirse solo”.

“Podemos sentirnos solos en medio de mucha gente”, comenta por su parte Sonia Zevallos, del Instituto Nacional de Salud Mental. “La soledad se da cuando un ser humano se hace consciente de que su nivel de interacción con otros seres humanos en cantidad o calidad es menor de lo que él esperaría”, acota Matos Retamozo.

Esto se da a tal punto que un estudio realizado en la Universidad de Nuevo Hampshire equiparó los efectos físicos del aislamiento social o soledad con fumar un aproximado de quince (15) cigarrillos por día, pues la falta de actividad física y sueño aumenta considerablemente los riesgos de sufrir accidentes cerebrovasculares (en 32%), enfermedades cardiovasculares (29%), trastornos de salud mental (26%) y muerte prematura (26%), entre otras emergencias graves.

 

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El Ministerio de Salud atendió 280.917 casos de depresión durante 2023. Foto: Minsa.

La soledad se da cuando un ser humano se hace consciente que su nivel de interacción con otros seres humanos en cantidad o calidad es menor de lo que él esperaría

Es más normal de lo que se cree

Juan Ramos (cuyo nombre real no se revela por cuestiones de privacidad) empezó a sentir la soledad en su etapa adolescente. Al comienzo pensó que podría adaptarse. Creció siendo criado por sus abuelos. Él cuenta que solo se relacionaba con su primo —que era de personalidad muy distinta a la de él— y con sus juguetes. “Sabía que mis padres no iban a estar ahí… Podría decir que esto hizo que desarrollara una gran creatividad, puesto que le daba vida a mis juguetes”, recuerda el estudiante de 24 años.

“No fue hasta que empecé a entrar en la adolescencia, que ya esto de las amistades definitivamente sobrepasó mi soledad. Empecé a sentir una verdadera sensación de soledad, donde sí se vuelve muy desagradable (...). Llega ese momento en el que tú ya tienes que encajar, cuando ya no te interesa tanto disfrutar de tu soledad, cuando te interesa mucho qué piensan los demás, qué hacen los demás, y esto de relacionarte con los demás pasa a un primer plano”, agrega el estudiante de psicología y filosofía.

Los dieciocho años significaron la etapa más dura para Juan. Pasó a ser uno de los más de 1 millón 700 mil peruanos que sufren depresión, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Salud Mental. 

Aislado entre la rutina y la incertidumbre de no saber qué hacer con su futuro, empezó a sentir las consecuencias físicas de la depresión. Empezó a tener taquicardias y ataques de ansiedad. “Empiezan a caer los problemas siempre en esa edad, no sé por qué, familiares, académicos, de salud, sentimentales… La verdad es que en ese momento sí me sentí muy deprimido. La sensación de soledad puede hacer que muchas personas lleguen a quitarse la vida”, acota.

A nivel nacional, esta cifra aumentó con la pandemia, en 2021. El porcentaje de personas con ideas de suicidio aumentó de 0,6% a 1,6% de la población (103.000 personas), según el Instituto Nacional de Salud Mental.

“Me importaba demasiado el juicio que los demás tuvieran sobre mí (...). Eso me empezó a desarrollar una ansiedad. Juzgar cómo era yo constantemente, querer ser mejor para los demás. Todo esto me empezó a caer encima", dice. "En ese momento no sabía cómo sobrellevar el sentimiento. Esa sensación de estar solo. Lo único que hacía era trabajar con mi hermano, volvía y dormía, esa era mi vida”, rememora.

No obstante, encontró un refugio en la escritura y apostó por un cambio de aires que lo impulsó a sobrellevar esas sensaciones, aunque confiesa “no haberlo superado del todo”. Para Juan, lo más importante a la hora de impulsar este cambio es la voluntad para dar un giro a la forma en que vives. “Lo óptimo sería cambiar de ambiente, cambiar de personas y someterte a nuevas situaciones”, sentencia.

El caso de Juan es uno más de la larga lista de jóvenes que luchan contra la soledad y sus consecuencias. Por el lado profesional, los doctores mencionan que el tratamiento o terapia aplicados depende de las características del paciente. “No hay una terapia específica para tratar la soledad, porque las soledad en sí no es una enfermedad. Lo que se trata son sus consecuencias, desde la terapia cognitivo conductual, terapia de activación conductual, la terapia dialéctica, hasta incluso el psicoanálisis. Se elige una u otra estrategia en base al perfil del paciente”, comenta la psiquiatra Sonia Zevallos.

Renato Alarcón, por su lado, resalta la importancia de estimular las interacciones sociales y fomentar la conexión social a través de distintas actividades o terapias que dependen del perfil de la comunidad, siempre teniendo en cuenta los estudios “epistemológicos” que permitan desarrollar un modelo de salud pública eficiente.

Un modelo eficiente en el que, según el especialista Matos Retamozo, “todo médico” esté en condiciones de atender un trastorno psiquiátrico, incluso quienes no se especializan en temas de salud mental y ofrezcan su atención en centros de atención de salud primarios.

 

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Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi".

Llega ese momento en donde tú ya tienes que encajar, donde ya no te interesa tanto disfrutar de tu soledad. Donde te interesa mucho qué piensan los demás, qué hacen los demás yesto de relacionarte con los demás pasa a un primer plano

La sociedad de cultura digital

¿Existe relación entre esta época de redes sociales y tecnología y la soledad en aumento? “Sí, existe una relación", confirma Alarcón. Sin embargo, apunta que para algunos la exposición a estos medios puede resulta positiva mientras que para otros, no.

Por ejemplo, para Juan, la tecnología es una herramienta que facilita la interacción social. Eso sí, desde su posición de nativo digital. “Yo creo que la sensación de soledad ha disminuido muchísimo [con la tecnología]. Ya es muy difícil sentirse solo porque siempre estás o crees que estás comunicándote con otras personas. Yo creo que esto ha ayudado mucho a que la persona ya no se sienta sola”, menciona el estudiante de 24 años.

Al mismo tiempo, explica Sonia Zevallos, la tecnología parece provocar una brecha interactiva para quienes no son nativos digitales. “El adulto mayor no está relacionado con esta forma de interrelacionarse tan virtualizada a la que los jóvenes están un poco más adaptados”, comenta.

En el Perú, en el 2023, el 26,1% de los hogares tenían como jefe de familia a un adulto mayor (de más de 60 años), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei). Y de estos, el 24,5% eran hogares unipersonales, es decir, que el anciano habitaba solo en su vivienda.

“Los adultos mayores son de repente los que están más propensos a sufrir de de este problema”, advierte Zevallos. No obstante, califica a “las políticas públicas orientadas hacia los adultos mayores” como “incipientes” en la actualidad, refiriéndose a la falta de presencia estatal hacia ese grupo etario. Hay que tener en cuenta que según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el 25% de los adultos mayores se encuentra socialmente aislado.

Este grupo etario está aumentando su presencia en las pirámides demográficas, conforme envejecen las poblaciones y aumenta la esperanza de vida. Las Naciones Unidas (ONU) señala que el número de personas de 80 años o más se triplicará de 143 millones en el 2019 a 426 millones en el 2050. En territorio peruano actualmente existen cerca de 4 millones 140 mil adultos mayores de 60 y más años de edad, según datos del Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec).

“En realidad, el fenómeno de la exclusión desgraciadamente se ha dado y se dará con tecnología o sin tecnología”, comenta Luis Matos, psiquiatra especializado en salud pública. “Lo importante no es tanto si el anciano siente que también maneja esa tecnología, sino cuán sólo o aislado se pueda sentir”, señala.

 

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El 25% de adultos mayores se encuentra aislado. Foto: ANDINA.
 

Aunque supieran manejar la tecnología, ¿son las redes sociales un pase para amistades auténticas? ¿Generan una sensación de vinculación interpersonal real? Para Renatol Alarcón, tienden a influir en la “impersonalización y falta de autenticidad” de las sociedades actuales. “En las generaciones recientes, cuando se comparan con anteriores, el contacto auténticamente personal va perdiendo fuerza, vigor y valor”, afirma.

Los psiquiatras consultados coinciden en que se necesitan más iniciativas informativas asociadas a la salud mental, sobre todo para combatir estereotipos alrededor de las enfermedades mentales. “Hay que llamar la atención, hay que trabajar esas cosas, hay que difundir. Yo no me voy a cansar… Yo digo: ¿qué pasaría si el canal del Estado dedicara tan solo dos minutos cada hora a dar un mensaje de estos [relacionado a la salud mental]?”, se pregunta Matos Retamozo.

“La salud no es solamente un fenómeno biológico, ni solamente un fenómeno psicológico, sino que tiene componentes también socioculturales y espirituales”, puntualiza al respecto Renato Alarcón.

En las generaciones recientes, cuando se comparan con anteriores [...] el contacto auténticamente personal va perdiendo fuerza, vigor y valor