“Si yo estoy en una habitación de unos 20 m², ¿un pedazo de papel qué volumen tiene? El 0,001% de toda la habitación, no es significante. Pero cuando lo pego a mi ojo, es todo lo que veo y se convierte en el 99% de todo lo que representa la habitación. El problema es ese pedacito que acercamos: depende desde dónde se vea”. Así describe el master coach de negocios Alejandro Sierralta el proceso de identificación de un conflicto. Lleva más de quince años realizando consultorías a empresas en el ámbito de la comunicación interna.

En esta nota recogemos las declaraciones de Sierralta en una recente entrevista realizada el miércoles 13 de septiembre por Milagros Salazar, fundadora y directora de Convoca, y Martha Bazán, coach ontológica integral y cofundadora de Khuska, como parte del ciclo de charlas 'Ser íntegro', que realiza Convive en alianza con Khuska.

“Todo al final comunica, incluso el silencio. Se trata de transformar la comunicación hacia una forma más codificable”, afirmó el experto. Sierralta la llama la "comunicación consciente" y la define como “la integración de la comunicación verbal y no verbal llevado a un nivel mucho más sensitivo y humano".

"Es decir, tenemos una parte técnica de cómo debemos comunicarnos y por otro lado una parte adaptativa que tiene que hacer con nuestras sensaciones y emociones al momento de comunicarnos”, agregó.

El sistema de comunicación que maneja Sierralta es la "programación neurolingüística", que se basa en tres niveles: el auditivo, el sensorial y el visual. Alejandro alega que hay que “adaptarse cada uno a la situación comunicacional”. Es decir, en función de quién escucha, refiriéndose a que hay personas que prefieren recibir estímulos auditivos, otros que prefieren sensitivos y otros visuales.

Partiendo del concepto de la  “silla vacía”, una técnica psicológica de autoconocimiento de la escuela de la Gestalt, Alejandro y su equipo desarrollaron el método de la "transformación neuroemocional", que une la neurociencia con la programación neurolingüística. “Cualquier cosa que nosotros hablamos o hacemos, se puede demostrar científicamente”, aseguró el coach. 

Sierralta clasifica en cuatro los niveles de escucha: la escucha inactiva, que se trata de solo escuchar algunas partes del discurso del locutor; la escucha interna, que es cuando se escuchan extractos de locutor sumado a la escucha de tu consciencia; la escucha enfocada, acompañada de atención completa; y la escucha global, que comparte incluso el lado sensitivo de lo que se recibe. Asimismo destaca que “no es que uno sea bueno o malo” sino de “en qué momento se aplica dicha atención”.

Alejandro Sierralta destaca la importancia de la comunicación consciente en las organizaciones.

Con respecto a los beneficios que puede recibir una organización con este ejercicio, el especialista resalta que un “refuerzo en la comunicación” de una empresa mejora el “clima laboral” y la productividad de la misma. “¿Cómo se logra? Puede sonar cursi pero con amor al trabajo y a las personas. Eso te da comprensión humana", sostuvo durante la entrevista.

También se refirió a la convivencia en entornos donde existe una diferencia cultural, alegando que es normal que cada cultura tenga idiosincrasias distintas. “Se deben entender y comprender estas brechas regionales”, concluyó.