En Cuba más del 45 % de las mujeres en edad laboral no son económicamente activas; es decir, no se encuentran empleadas ni en búsqueda de empleo. La iniciativa Mentoras Creativas busca impulsar el crecimiento de emprendedoras y artistas ofreciéndoles la asistencia de una red de mujeres, herramientas y capacitación. Este informe fue publicado originalmente en El Toque. Lo reproducimos en el marco del programa de la Red de Periodismo Humano.

Nacida en Holguín, Cuba, desde niña Rebeca Torres tuvo inclinación hacia las artes. Le gustaban la pintura, la escritura y la actuación, pero su timidez siempre le impidió explorarlas. Años más tarde todavía le era difícil concebirse a sí misma como una creadora, aunque sabía que la sensibilidad y las ganas de transformar e influir en otros a través del arte seguían ahí.

 

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El Festival Mentees Creativas, en la Habana, es uno de los principales espacios de encuentro de la comunidad. Crédito: Facebook Mentoras Creativas

 

A sus 30 años le llegó una oportunidad que impulsó esa aspiración: un programa de aprendizaje organizado por Mentoras Creativas, un proyecto que busca empoderar a emprendedoras y artistas. Así, Torres consiguió la asesoría necesaria y desarrolló las competencias para crear y, sobre todo, escribir.

“Los talleres de ideación y creación a los que asistí me ayudaron a autopercibirme como artista y a proyectar lo que quería hacer en las industrias creativas. Además, aprendí otras herramientas como la construcción de un modelo de negocio”, explica Torres.

Gracias a lo aprendido en el programa tiene su primer libro de poesía en proceso de corrección y expuso el tríptico de fotografía Matices de empoderamiento en la exposición colectiva del Festival de Mentees Creativas, realizado en marzo de 2022 en La Habana.

Elena Molina y Gabriela Román, las fundadoras de Mentoras Creativas, explican que para iniciar el proyecto invitaron a profesionales latinoamericanas y europeas que lideran equipos creativos para que pudieran compartir sus experiencias con las jóvenes cubanas.

En la primera edición, Torres tuvo como mentora principal a la escritora y abogada panameña Nicolle Alzamora. Sin embargo, un taller llamado “movimientos descontracturantes”, impartido por la artista Suyai Otaño, la cautivó de forma especial. Se trataba de utilizar los gestos, el color y la poesía para socializar sentimientos y estrategias de supervivencia.
Mentoras creativas: una red de apoyo entre mujeres

Mentoras Creativas es un emprendimiento social enfocado en formar, apoyar y asesorar a mujeres que inician o reorientan su trabajo en las industrias creativas, en las que el intelecto de las personas es puesto en función de idear, producir y distribuir bienes y servicios culturales y artísticos. El sector incluye las artes, la arquitectura, el diseño, la publicidad, el desarrollo de software, las actividades manufactureras, la innovación, entre otras cosas.

Desde su creación en septiembre de 2021, el proyecto ha tenido tres programas: de mentorías, consultorías y pasantías. En el primero, en el que participó Torres, durante tres semanas varias conferencistas compartieron habilidades para desarrollar competencias en el emprendimiento y el arte, y la consecuente inserción en el mercado laboral.

Alrededor de 20 mujeres de cinco provincias cubanas se beneficiaron de la iniciativa. Una de ellas fue Ana Roxana Díaz, ilustradora e historietista que gestiona junto a su pareja la tienda en línea Blacklady like The Sun, basada en el diseño de papelería, bolsos, monederos, bisutería y artículos decorativos con materiales reciclados.

“Recibí enseñanzas sobre marketing, financiamiento y formas de construir una comunidad a través de mi negocio y mi marca personal”, dice Díaz.

La joven emprendedora también adquirió conocimientos que por lo general no se enseñan en las escuelas cubanas, como preparar un curriculum vitae y entrenarse para lograr buenas entrevistas de trabajo.

“Para las mentorías tuvimos 121 aplicaciones, pero solo pudimos asumir 20; por lo que decidimos hacer también un programa abierto de clases magistrales para que nadie quedara fuera”, apunta Molina. Una premisa fue clave en todo el proceso: mujeres apoyando a otras mujeres.

 

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El programa incluye semanas de pasantía y prácticas en negocios establecidos para que las mujeres adquieran experiencia de negocio. Crédito: Facebook Mentoras Creativas

 

El segundo programa fueron las consultorías, cuyo objetivo fue ofrecer consejos personalizados para sostener un negocio. Algunas de esas herramientas fueron la escritura del proyecto, la definición de una estructura organizacional, la estrategia de crecimiento y la comunicación. Gabriela Román y Elena Molina fueron las conferencistas y seleccionaron a mujeres que gestionaban emprendimientos socialmente responsables como Daniela Heredia Sánchez, de Anda Publicitaria. Este programa fue realizado gracias al apoyo del Fondo para Proyectos de la Embajada de Noruega en La Habana.

Otra de las iniciativas desarrolladas fueron las pasantías transcurridas durante mayo de 2022. Su esencia fue ofrecerles cuatro semanas de prácticas en negocios a 21 mujeres para que ganaran en experiencia y, además, para ayudar a mejorar la cultura laboral en la industria. Según Molina, en Cuba no se fomentan las convocatorias por competencia para cubrir puestos de trabajo y eso es algo que Mentoras Creativas busca revertir.

Los emprendimientos se sometieron a un proceso de selección en el cual debían demostrar su vocación de responsabilidad social. Fueron escogidos 15 negocios que insertaron a las pasantes en áreas como la gestión de redes sociales, la captación de financiamiento, el diseño y la fotografía. Las pasantías se realizaron tanto de manera presencial como remota.

Los responsables de acoger a las pasantes también resultaron favorecidos, pues “el 90% de ellos necesitaba que sus equipos crecieran porque el negocio iba en ascenso o porque buena parte de sus integrantes emigraron”, explican las coordinadoras. Cuando los negocios examinaron las aplicaciones de las postulantes, cinco de ellos quisieron a más de una pasante y algunos solicitaron cubrir otros puestos de trabajo.

Una de las pasantes seleccionadas fue Aymara Rodríguez, licenciada en Educación en Lenguas Extranjeras y dueña de La Nube, una tienda de bolsas bordadas a mano. Ella realizó sus prácticas en Dador —marca de ropa cubana— y luego de ese período se integró al equipo de trabajo. Su objetivo era aprender y hacer corte, costura y patronaje —creación de la plantilla de la prenda—.

Aymara, quien ha participado en los tres programas, explica que ha podido insertarse en el mundo de la creación que le era ajeno por su formación en el magisterio, pero hacia al que siempre estuvo inclinada.

Algunos de los emprendimientos que participaron en el programa de pasantías fueron la revista Afrocubanas, el estudio fotográfico My Reguera Studio, Clandestina, la revista de música AM:PM Magazine, la tienda de ropa BarbarAʼs, la empresa Publicitarias (ubicada en Argentina) y la Fundación Brownstone, con sede en París.

Dainerys Brito, mánager de proyectos de esta última institución, explica que las pasantes acogidas por ellos fungieron como community manager, crearon un plan de comunicación, lograron diseñar una identidad visual que le dio uniformidad estética a las redes de la fundación y también hicieron labores de curaduría. “El programa de pasantías es muy profesional, orgánico y sustentable”, expresó.

Por su parte, Deyni Terry Abreu, una de las líderes de la tienda de ropa afrocubana BarbarAʼs, explica que la experiencia de su negocio en el programa les permitió comprender que eran capaces de aplicar métodos de enseñanza efectivos para transmitir el conocimiento que poseen. “Logramos que las dos mujeres que trabajaron con nosotras estuvieran motivadas en todo momento”.
¿Cómo surge Mentoras Creativas?

Sus creadoras Elena Molina y Gabriela Román son dos jóvenes cubanas insertadas desde hace más de diez años en áreas del panorama artístico, las artes visuales, el cine, la curaduría y la gestión cultural. Mentoras Creativas fue el resultado de su propio recorrido como mujeres en la industria y su paso por iniciativas foráneas de apoyo al talento femenino. Molina reside en Barcelona y Román en Londres.

En 2020 colaboraron en la realización de un evento feminista llamado Locas, Brujas, Raras y Lesbianas, y ahí se percataron de que hay muy pocas lideresas en Cuba. Así surgió la idea de hacer una red de apoyo femenino, la cual evolucionó al apoyo profesional en formato de mentorías.

 

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Gabriela Román y Elena Molina, las fundadoras de la iniciativa. Crédito: Facebook Mentoras Creativas

 

El proyecto fue presentado al Chevening Alumni Programme Fund (CAPF), un concurso por financiamiento en el que participan los graduados de la beca inglesa Chevening —como es el caso de Gabriela Román— con propuestas de proyectos sociales. El de Mentoras Creativas fue aprobado y obtuvieron fondos para el primero de los tres programas que han hecho, las mentorías. Además, recibieron apoyo en términos de comunicación y administración. En 2022 volvieron a ganar este apoyo.

“El equipo es bastante pequeño, pero ha contado con talentos y colaboraciones femeninas imprescindibles. Sacamos adelante este proyecto de forma remota y sin conocernos presencialmente, pero es una muestra de lo que pueden hacer las redes colaborativas de trabajo”, explica Molina.

La iniciativa ha contado con varias colaboraciones: Estudio Clave, en Uruguay, creó el diseño de la marca y la gestión de marca; la agencia cubana Madwoman apoyó en un inicio con la parte de comunicación; Jania Ayala fue coordinadora de programas y Day Martínez es la diseñadora principal del proyecto.

Cuando concibieron el proyecto, lo pensaron para mujeres de entre 18 y 30 años de edad, pero se percataron de la necesidad de insertar a otras mayores o a lideresas que necesitaban herramientas para afianzarse. Gracias a la tecnología pudieron incluir a cubanas del interior del país.

“Tenemos que trabajar mucho más con la comunidad trans, llegar a ella, porque queremos que también participe. Mentoras Creativas debe ser representativa de la diversidad que existe en Cuba”, destacaron.

El proyecto también busca tener diversidad en cuanto a ocupación —universitarias, de educación media, freelancers, empleadas, estudiantes—, representatividad racial, procedencia y edad, tanto en las participantes como las invitadas.

Una de las pretensiones más importantes es expandirse en Latinoamérica, por eso la convocatoria de mentorías que se lanzó a finales de 2022 estuvo dirigida a toda la región.

“Existen situaciones que son transversales a todas las mujeres que quieren insertarse en el panorama de la industrias creativas y, además, de esta manera podemos fortalecer nuestra comunidad regional”, explica Román.

La convocatoria estará enfocada en la relación de las industrias creativas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Por otra parte, pretenden ofrecer servicios de capacitación, gestión de talento y consultorías para negocios, y balancearlo con otras iniciativas sin ánimo de lucro que Mentoras Creativas promueven.
Mujeres cubanas en las industrias creativas

El modelo está cambiando, y Mentoras Creativas pretende seguir impulsando esos cambios. Usando la frase como eslogan, el proyecto aboga por empoderar a las mujeres creadoras y fortalecer sus capacidades de liderazgo para que transformen el modelo. ¿Pero de qué hablamos?¿Qué es lo que debería cambiar?

Las industrias creativas, como la mayoría a nivel mundial, han sido históricamente configuradas y dominadas por hombres. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Alicante, las inequidades de género en las industrias creativas se manifiestan no solo en una menor empleabilidad de las mujeres, sino también en el reforzamiento de estereotipos que relegan el sexo femenino a tareas tradicionales (bibliotecas, archivos, museos), mientras que relacionan el masculino con las nuevas tareas creativas (artes gráficas, grabación, edición, producción musical o de cine).

 

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El proyecto busca diversidad en cuanto a ocupación, representatividad racial, procedencia y edad. Crédito: Facebook Mentoras Creativas

 

Cuba no escapa de esa realidad. De acuerdo con el Anuario Estadístico Nacional 2021 de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, más del 45 % de las mujeres en edad laboral no son económicamente activas; es decir, no se encuentran empleadas ni en búsqueda de empleo. En el caso de los hombres, la cifra apenas sobrepasa el 20 %. Un factor que influye de manera directa en que haya más mujeres económicamente inactivas que hombres es el hecho de que son ellas quienes generalmente asumen a tiempo completo actividades no remuneradas como el trabajo doméstico y el cuidado de niños, ancianos y personas enfermas o dependientes.

Una investigación de 2019 realizada por Postdata Club arroja que las mujeres son minoría en varios de los sectores con mayor remuneración. También evidencia que en áreas comprendidas entre las industrias creativas como la cultura, la innovación, las industrias manufactureras y los servicios empresariales la presencia femenina es inferior a la de los hombres.

La curadora y crítica de arte Dannys Montes de Oca apunta que en las últimas décadas las industrias creativas y culturales “han transformado la manera en que históricamente era vista la mujer, porque pasó de ser un objeto de representación a ser un sujeto que representa diferentes nociones de identidad de género, de raza, social, colectiva, y que lo canaliza a través de sus propias preocupaciones”.

“No obstante, en las artes las mujeres continúan subrepresentadas, tienen menos acceso a capacitación, exposiciones y a promoción artística en medios de comunicación nacionales y locales. Además, se continúan subvalorando las obras con carácter autorreferencial, y la manera en que se entiende la relación y la presencia femenina en la dinámica social todavía es muy precaria”, agregó.

Mentoras Creativas pretende incidir en esa realidad y capacitar a las mujeres para revertir tal situación. “Hay una explosión digital que está reconfigurando toda la economía latinoamericana y queremos que las mujeres tengan un rol protagónico en el proceso”, concluye Gabriela Román.

 

 

Esta historia fue publicada originalmente en el medio cubano El Toque, y es republicada dentro del Programa de la Red de Periodismo Humano, apoyado por el ICFJ, International Center for Journalists.

(*) Las personas que escribieron este artículo no pueden firmarlo a raíz del riesgo de cárcel que enfrentan por ejercer el periodismo independiente en Cuba.