El informe técnico realizado por dos órganos del Estado sobre los niveles de exposición a mercurio en la población de Huepetuhe, ubicado en la provincia del Manu, Madre de Dios, tuvo un sesgo que pudo concluir en resultados equivocados.
“El estudio fue formulado para hacerlo en campo, donde está la minería, pero la toma de muestras no se hizo en la zona minera, sino en la área urbana”, afirmó Jesús Rojas Jaimes, biólogo, en diálogo con Convoca.pe.
Según el especialista Rojas, esto se debe a que funcionarios del Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopas) y la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Madre de Dios no buscaron a la población que tenía el mayor riesgo de haberse intoxicado.
“Se hizo la búsqueda en personas que asistían al centro de salud de Huepetuhe, que veían que se estaban haciendo análisis”. Los criterios usados por Censopas para la selección de muestras fueron que las personas tuvieran más de tres años de edad y que hubieran permanecido en el área de estudio no menos de seis meses.
De acuerdo con el informe de Censopas, “en julio de 2010, la población de Huepetuhe fue convocada al Establecimiento de Salud (EESS) del Ministerio de Salud, en el cual se realizaría una atención de salud coordinada con la Dirección Regional de Salud, el EESS local, la municipalidad de Huepetuhe y el gobierno regional”.
Sin embargo, Rojas Jaimes señaló que solo convocaron a las autoridades para informarles que iban a realizar el estudio, pero no a los posibles afectados.
“Si el objetivo es identificar personas que estén contaminadas con el elemento químico, lo más probable es que en el estudio se elija a las personas que estén en mayor riesgo de exposición. Y estas son las personas que están vinculadas a la extracción minera”, ratificó el biólogo.
43 veces más
Han pasado nueve años desde que Jesús Rojas Jaimes visitó Madre de Dios para dar seguimiento al caso de una niña contaminada con mercurio. La menor de edad, que entonces tenía 12 años, vivía en el distrito de Huepetuhe y —según los análisis de Censopas— presentaba un nivel de mercurio que superó los límites permitidos de este metal pesado, de forma alarmante.
El límite definido por la “Guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la intoxicación por mercurio (2015)”, del Ministerio de Salud, es de 5 microgramos de mercurio por litro de orina (µg Hg/L) para personas que se dedican a labores distintas a la minería. La niña de 12 años incluso superaba los límites definidos para personas expuestas de forma ocupacional a esa actividad extractiva (50 µg Hg/L.): tenía un nivel alarmante de 217.57 µg Hg/L; o sea más 43 veces en el primer caso y de cuatro veces, en el segundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la exposición al mercurio puede desarrollar trastornos neurológicos y del comportamiento. Los síntomas incluyen temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras.
“La contaminación en Huepetuhe se da, entre otras formas, por la quema del oro. En el caso de la niña de 12 años, había una tienda de refogueo de oro cuya chimenea daba con la ventana de la habitación de la niña. Eso aseguraba una contaminación crónica de mercurio, y es probable que así también se hayan contaminado los otros niños”, refirió Jesús Rojas sobre el caso al que dio seguimiento para su investigación.
Si bien este es el caso principal del artículo de investigación “Envenenamiento por el mercurio inorgánico en menores en una zona urbana de minería ilegal” —elaborado por Jesús Rojas Jaimes, Rodrigo Corcuera-Ciudad y José Iannacone—, además se presentan todos los casos del grupo total de niños incluidos en el estudio de Censopas, es decir los menores de 18 años del informe original. Eran 118 menores de edad, de los cuales 28.8% —34 de los 118— excedían los límites permisibles de mercurio en la orina—5 µg Hg/L.—. La investigación califica a estos valores de “sorprendentemente altos”.
Resultados no entregados
A pesar del tiempo transcurrido desde el informe técnico de Censopas y la Diresa de Madre de Dios, el mercurio en esta región continúa siendo un riesgo.
En 2018, un estudio de la ONG Artisanal Gold Council reportó que cada año en la región Madre de Dios se arrojan 180 toneladas de este metal al suelo, aire y agua y podría extenderse a otras zonas.
El biólogo Rojas calcula que luego del estudio de Censopas se debió haber entregado los resultados entre mayo y junio del 2011. No obstante, hasta el mes de octubre de aquel año, no se concretó esa entrega a la muestra de 292 personas que fueron analizadas, según Jesús Rojas. “Los resultados no fueron alcanzados de forma adecuada a la población. Esto puede causar que la población siga contaminándose”, advirtió.
Y agregó que la Diresa de Madre de Dios, a través del centro de salud de Huepetuhe, tuvo que hacer una convocatoria, la cual no se realizó en esa época. Convoca.pe se comunicó con la Diresa de Madre de Dios y al cierre de esta nota, la Dirección Ejecutiva de Salud de las Personas no se pronunció al respecto.