Tras ocho días de haber intentado remover a dos fiscales clave del caso Lava Jato, el magistrado supremo Pedro Chávarry presentó hoy su carta de renuncia al cargo de titular del Ministerio Público ante la Junta de Fiscales Supremos. En su lugar, la fiscal suprema Zoraida Ávalos asumió esa función de manera interina.
El punto de quiebre en la cuestionada gestión de casi seis meses de Chávarry fue su decisión de retirar —en vísperas del reciente Año Nuevo— a Rafael Vela y José Domingo Pérez del Equipo Especial que investiga la corrupción de empresas brasileñas en el país. El saliente fiscal de la Nación fue relacionado a la red criminal Los Cuellos Blancos del Puerto desde días antes de asumir su mandato en el Ministerio Público, en julio pasado. No obstante, Pedro Chávarry sigue siendo fiscal supremo.
Otro aspecto gravitante fue el allanamiento el viernes último a la oficina de Juan Manuel Duarte, entonces asesor de Chávarry, ubicada en el noveno piso de la principal sede fiscal, cerca al despacho del renunciante fiscal de la Nación.
Durante esa diligencia, además de encontrar documentación referida al caso de Keiko Fujimori por presunto lavado de activos, el equipo de fiscales y policías dirigido por José Domingo Pérez contabilizó en total 11 “hallazgos”, como papeles sobre el acuerdo de colaboración con Odebrecht y anotaciones respecto al prófugo ex vocal supremo César Hinostroza y el recluido ex juez Walter Ríos, presuntos cabecillas de Los Cuellos Blancos del Puerto.
Juan Manuel Duarte antes había asesorado a un legislador del partido de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, investigada por el financiamiento de su campaña presidencial en 2011, a la cual Odebrecht afirma haber aportado US$ 1 millón.
Asimismo, hoy se conoció que una asesora de Pedro Chávarry había ingresado de forma subrepticia a una de las oficinas cuyas puertas habían sido “lacradas” (selladas) por el fiscal Pérez para que no se movieran los documentos del interior. Se trata de Rosa María Venegas Mello, congresista entre 2006 y 2011, y luego exasesora de la legisladora fujimorista Karina Beteta, hasta junio del año pasado.
Según el informe policial respectivo, ella “ingresó con una llave al interior de la oficina N° 5, sustrayendo una caja mediana, dicho acto de sacar documentos se repitió hasta en tres oportunidades”.
Se identificó a tres policías, miembros del resguardo de Chávarry, como los que ayudaron a la asesora Venegas a entrar a esa oficina para retirar documentación: el suboficial superior Juan Víctor Arias Contreras y los técnicos de segunda James Durán Rodríguez Zavaleta y Hugo Gerardo Robles Chiong.
Al respecto, en declaraciones a la prensa, Rosa Venegas adujo que ingresó a la oficina a sacar sus “documentos privados” cuando todavía no se había dictado una orden judicial para lacrar ese ambiente del noveno piso del Ministerio Público.
En conferencia de prensa, la flamante fiscal de la Nación (i) Zoraida Ávalos anunció esta tarde que ha dispuesto declarar en emergencia el Ministerio Público debido la situación de crisis en la que se encuentra.
“Dispongo declarar en emergencia el Ministerio Público con la finalidad de recuperar la confianza de la ciudadanía en la institución”, expresó.
En tal sentido, la renuncia de Chávarry fue considerada como positiva por parte del procurador anticorrupción Amado Enco.
“Era ya insostenible su permanencia en la Fiscalía de la Nación. De hecho, la Procuraduría Anticorrupción fue una de las primeras que lo denunció ante el Congreso de la República y cuestionó su permanencia en el cargo porque su elección fue a base de votos de fiscales supremos cuestionados. Y creo que esta renuncia le viene bien al país”, dijo hoy a la prensa.