La reciente confesión de Dionisio Romero Paoletti, máximo directivo de una de las corporaciones más poderosas del país, ha dejado en evidencia la manera en que grupos empresariales ocultan millonarias entregas de dinero a determinados partidos políticos para financiar sus campañas electorales, con la pretensión de influir en los resultados de los comicios.
Durante el interrogatorio del lunes último, el empresario refirió que en 2016 los donativos a las candidaturas presidenciales de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK) —por 650 mil dólares en total— procedieron de los fondos de Inversiones Piuranas S.A., un holding del Grupo Romero. Ante el Equipo Especial para el caso Lava Jato, especificó que 450 mil dólares fueron destinados al partido de Fujimori y 200 mil dólares para la agrupación de Kuczynski.
El holding Inversiones Piuranas S.A. casi pasa inadvertido en el conglomerado de empresas del Grupo Romero. Es una sociedad comercial que tiene como principal o única función la de conservar o administrar la propiedad de otras compañías. Con sede en el distrito limeño de Surco, se fundó en septiembre de 2010 con un capital social de 12 mil soles, y en 2015 —meses antes de los generosos aportes a las campañas electorales— reportó que su capital social superaba los 605 millones de soles, de acuerdo con información de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).
En su declaración por el caso de aportes fantasma a Fuerza Popular, Dionisio Romero señaló que en la compañía, de forma interna, los montos destinados a las campañas políticas se justificaron con una entrega de dividendos a los accionistas de Inversiones Piuranas S.A. “Inicialmente fue un retiro de caja para dar cuenta que luego se cierra con la distribución de dividendos”, precisó ante el fiscal José Pérez.
Es decir, los 650 mil dólares tuvieron que ser aprobados por los accionistas, que hasta el 2013 fueron: Ana María Romero Paoletti, Luis Fernando Martin Onrubi de Beeck, Dionisio Romero Paoletti, Manuel Antonio Romero Belismelis, Rosalina Marina Helguero Romero, Maray S.A, entre otros, según se detalla en el reporte económico del Grupo Romero.
Para tener una idea de la cantidad de las utilidades registradas por este holding en los últimos años, Convoca.pe accedió a una de las auditorías a Inversiones Piuranas realizada por la consultora Ernst & Young. En el documento se anota que la empresa registró un cobro de dividendos de 9 millones 629 mil soles, en 2013; y 18 millones 112 mil soles, en 2014. Sin embargo, no fue posible hallar información similar de los años 2015 y 2016.
Financiamiento opaco
En diálogo con Convoca.pe, el abogado experto en materia tributaria, José Verona, afirmó que para acreditar la salida de dinero de la caja de Inversiones Piuranas S.A. la Junta de Accionistas tuvo que firmar un acta que formalizara esta operación durante el 2016.
Otra de las interrogantes que surge es la legalidad de la entrega de dinero en efectivo. Dionisio Romero indicó que fue muy similar a la campaña del 2011. "Yo llevaba el dinero en efectivo a mi oficina y le entregaba el dinero en maletín o en ocasiones cuando el aporte era menor sacaba dinero en sobres de manila o plástico y se los entrega a la señora Fujimori o al señor (José) Chimpler. No recuerdo si todas las veces eran en maletín o en sobres”, dijo el empresario al fiscal Pérez.
Para el especialista Verona, los focos deben ser puestos precisamente sobre la trazabilidad (procedimientos del proceso) y el origen del dinero. “En principio hay que enfatizar que para que una entrega de dinero a una agrupación política debe ser catalogado como aporte tiene ser mediante cheques o transferencias bancarias. Entonces, si se ha entregado en efectivo, no tiene trazabilidad del dinero, es decir no tiene criterio de legalidad. No reúne los requisitos para ser considerado un aporte, jurídicamente hablando no es un aporte. Incluso tuvo que ser reportado a la Superintendencia de Banca y Seguros”, manifestó.
José Verona aclaró que si el dinero se encuentra contabilizado en el reporte financiero de Inversiones Piuranas S.A. habría una legalidad, pero indicó que también existe “opacidad y falta de transparencia” en el flujo de este dinero. "Lo primero que tiene que establecer el fiscal Pérez, antes de analizar una figura de lavado de activos, es quién entregó el dinero: una personal natural o jurídica para saber a quién procesar”, explicó.
Con respecto a la donación de 711 mil soles de los Romero a través de Inversiones Piuranas al partido Peruanos por el Kambio, ésta se realizó a través de tres subsidiarias del Grupo Romero: 60 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) entregadas por el Banco de Crédito; 60 UIT, por Mi Banco; y 60 UIT, por Pacífico Seguros, montos que según el reporte de campaña de ese partido fueron entregados en dinero en efectivo.
El experto tributarista sostuvo que en este caso la entrega de dinero en efectivo es una modalidad "algo turbia" y que llama la atención que sea utilizada por una gran corporación, pues “no se puede rastrear y no existe trazabilidad”.
Este medio digital se comunicó con Inversiones Piuranas S.A. y en su representación nos atendió el vicepresidente corporativo de Talento y Organización del Grupo Romero, Diego Pérez Benéitez, quien solicitó que las preguntas sobre estos aportes a campañas políticas se enviaran vía correo electrónico. Hasta el cierre de edición, no se recibió respuesta alguna.