Los efectos del cambio climático han alterado la pesca de la anchoveta en el Perú y, con ello, el trabajo directo e indirecto que sostiene a esta industria. Con el aumento de la temperatura en el mar peruano por encima de los niveles normales, esta especie se ha desplazado hacia aguas más frías, dificultando su extracción y afectando toda la cadena productiva de este importante recurso. La parálisis de la actividad afecta también los derechos laborales de los trabajadores pesqueros a una pensión de jubilación y al seguro social.

"Este verano, la primera temporada [de pesca] no se pudo iniciar por el calentamiento de nuestro mar. Se calentaron nuestras aguas y la anchoveta no estuvo disponible para captura", dice Franklyn Gonzales, pescador y secretario del Sindicato Único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú (SUPNEP).

La anchoveta requiere temperaturas en el rango de 16°C a 23°C, en verano, y de 14°C a 18°C, en invierno, cifras que este año han sido alteradas por las inusuales olas de calor que llegaron con el ciclón Yaku. Esta situación anómala hizo que esta especie busque aguas más frías y se dificulte su extracción. Por eso, la temporada de pesca, en lo que va de 2023, no se ha realizado como en años anteriores sino a través de “pescas exploratorias”.

El 1 de junio, por ejemplo, el Ministerio de la Producción autorizó la primera de estas pescas, para la que se desplegaron equipos de detección y captura, con el fin de evaluar la presencia del recurso pesquero y calcular su volumen. La expedición exploratoria se realizó entre el 3 y 7 de junio -sin completar el período de siete días que le fue asignado- y finalizó con una alta incidencia de ejemplares juveniles. 

Este hecho motivó que, por recomendación del Instituto del Mar Peruano (Imarpe), el Ministerio de la Producción suspendiera la temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro, aduciendo que no hubo las condiciones biológicas necesarias para su captura. 

 

ANCHOVETA
El calentamiento del mar peruano generó una menor captura de anchoveta este año. Foto: Difusión

 

El 2 de agosto, sin embargo, el ministerio autorizó una nueva pesca exploratoria por diez días. Esta se realizó a partir del día siguiente y fue cuestionada por algunas organizaciones sindicales de pescadores industriales que se opusieron “por la alta incidencia de pesca juvenil y el pico alto de desove de la anchoveta”. Para Wlhoff Chumbiasca, secretario de defensa del SUPNEP, esta última pesca exploratoria se hizo por el carácter sui generis de la situación actual, razón por la cual se corrió el riesgo. 

"¿Qué pasa si de aquí a tres o cuatro años nos enfrentamos a esta situación? Esto es parecido al Covid-19. Cuando se inició, nadie sabía cómo controlarlo o sobrellevarlo. Entonces, esta anomalía que se ha presentado en este año, todo eso se ha juntado y el ente científico [Imarpe] ve que, de todos los estudios anteriores, nada calza", puntualiza Chumbiasca.

Los efectos en el sector pesca por la pérdida de la temporada de anchoveta empiezan a sentirse. El último reporte del Boletín Pesquero, de mayo de 2023, señala que el desembarque total de pesca descendió 88.6% respecto al mismo mes en 2022. Esto "fue influenciado por la menor descarga de anchoveta con destino a la pesca industrial para el consumo humano indirecto (CHI), que disminuyó en 99.3%" (p. 3), señala la publicación. No obstante, hay otro tipo de consecuencias que han pasado inadvertidas.

 

 

Jubilación de pescadores en riesgo

La pesca de anchoveta tiene dos períodos: de noviembre a enero y de mayo a julio, respetando el resto de meses para el desove de la especie. Con la suspensión de la primera temporada, los efectos se han sentido en los trabajos directos e indirectos que esta actividad proporciona, especialmente, en los trabajadores de los dos tipos de flota pesquera de anchoveta: las de embarcaciones grandes y las de madera, más pequeñas.

"En la primera [350 barcos], hay en promedio unos 20 tripulantes. Estamos hablando de unas 7 mil personas. En la segunda [400 barcos], más o menos estamos hablando de 4,800 a 5 mil personas. Entonces, en términos de extracción, pescadores, tripulantes, más o menos son 12 mil", explica a Convoca.pe Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de la ONG Oceana.

A esto hay que sumarle, dice Sueiro, los trabajadores de planta y administrativos, con los cuales los empleos directos llegan a unas 20 mil personas. Adicionalmente, se afectan los trabajos indirectos: vendedores de comida para la tripulación, de combustibles, de piezas para los barcos, entre otras actividades, que también ven reducidos sus ingresos.

"Nuestro contrato de trabajo es uno solo. Nosotros estamos obligados a los llamamientos cuando hay temporada de pesca. Cuando no hay temporada de pesca y hay veda, no hay obligación de ir ni hay obligación de pago, son contratos intermitentes", explica el secretario general del SUPNEP, Franklyn Gonzales. 

 

 

Por ser un trabajo atípico, es decir, por temporadas, el empleo de pescador industrial tiene un régimen distinto al de cualquier otro rubro. La Ley 30003 regula su derecho a pensión con las siguientes condiciones excepcionales: Tener una edad mínima de 55 años para jubilarse, acreditar 25 años de trabajo en la pesca y haber cumplido, en total, 375 semanas contributivas. 

"Si una temporada es de tres meses, aproximadamente vamos a tener entre 12 y 13 semanas por temporada (...). Pero qué es lo que pasa, por la ley de cuotas, a cada embarcación se le asigna una cuota y va a depender mucho de la disponibilidad del recurso. Por ejemplo, una embarcación promedio de 400 toneladas tiene una cuota de 8 mil toneladas, habiendo disponibilidad del recurso en abundancia, en un mes lo va a acabar", refiere Gonzales.

El trabajo del pescador y también las semanas para la jubilación se cuentan más o menos según se desarrolle la temporada. Si la situación climatológica no permite la pesca -como en este año-, no se contarán las semanas de trabajo y, por otra parte, si hay abundancia, estas podrían verse reducidas. Por lo tanto, en los dos escenarios, el camino hacia la jubilación se hará más largo.

"[Con] el problema de no darse esta temporada, lo que se va a tener es un retraso en la edad de jubilación, ya que se requiere 15 semanas, en promedio por año, para llegar a la edad de jubilación con 375 semanas”, advierte el abogado especialista en derecho pesquero Ernesto Salazar.

 

Pesca industrial
El trabajo del pescador industrial exige buenas condiciones de salud y de fuerza. La edad máxima para revalidar su libreta de embarque y su carnet de pescador es hasta los 68 años. Foto: Difusión

 

Jubilación insuficiente, derecho a la salud en vilo y un año perdido

"Mucha gente llega a los 55 años y ya tiene todo para jubilarse y no se jubila, ¿sabes por qué? Porque la pensión es mísera, S/ 630 cobraría más o menos líquido. No le alcanza ni para pagar los recibos de agua, luz", comenta Franklyn Gonzales. Y es que la Ley 30003 coloca un tope máximo a la pensión mensual de S/ 660.00 para los pescadores industriales. Una cantidad que, a todas luces, resulta insuficiente para cualquier trabajador.

Según cifras de la Dirección General de Prestaciones de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), hasta octubre de 2020, hubo casos de pensiones mensuales para los pescadores industriales que no llegaban a los 10 soles. El rango de 75 a 79 años es el que más recibe prestaciones del Estado por derecho propio (por jubilación o por invalidez) y por ser sobrevivientes (por viudez y orfandad). El total contabilizado por la ONP en estos casos fue de 7721 personas beneficiarias. 

 

onp

Parte del oficio N° 2070 -2020-EF/13.01, dirigido a la Oficina de Normalización Previsional (ONP) el 12 de octubre de 2020 sobre la problemática de los pescadores jubilados.

 

El derecho a la salud de los pescadores industriales también se ve sujeto a condiciones especiales. La Ley 30003 garantiza el aseguramiento de los trabajadores pesqueros y de sus familiares en EsSalud. Sin embargo, este seguro se ve condicionado por la entidad a dos pagos consecutivos o no consecutivos que deben hacerse seis meses antes del mes en que se solicita la atención médica, algo que, en las condiciones actuales, podría no cumplirse. 

“La cobertura es más o menos un año, siempre y cuando cumplas ciertos requisitos. Si al año has aportado sólo una o dos veces… Lastimosamente, EsSalud no ha previsto esto [la pérdida de la temporada de pesca] y hay gente que necesita el servicio y ya no se lo dan (...) EsSalud no prevé esto, el régimen de pesca es un régimen especial, en otros trabajas los 365 días al año, acá no, acá con las cuotas y todo eso, trabajas dos veces al año”,  explica el abogado especialista en derecho pesquero Ernesto Salazar.

El sector pesquero registró en 2022, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI), una disminución de 13,74% respecto al año 2021. Los últimos datos indican que esta tendencia se ha mantenido a lo largo de este año. Las cifras para junio de 2023 revelan una contracción en la producción nacional de 0,53% y una baja en la producción del sector pesquero de 68.93%, debido principalmente a la poca extracción de anchoveta en el período.

“El sector pesca, en las cuentas nacionales es bastante pequeño comparado a otros sectores económicos donde la proporción respecto al PBI total es mayor, como la minería [y] el comercio... La pesca es, digamos, dentro de las cuentas nacionales, la más pequeña (...) [Pero] si el país va a crecer 1% esas décimas son importantes, pueden definir pasar de uno o debajo de uno [en el crecimiento]”, puntualiza Juan Carlos Sueiro.

 

RECLAMO
Reclamo de pescadores que afirman la existencia de pensiones de 100, 50 y 20 soles, debido a que se jubilaron en intis y en el cambio a soles se devaluaron sus aportes. La ex Caja del Pescador se encuentra en liquidación.

 

Franklyn Gonzales recomienda que, para prevenir que los pescadores industriales vean comprometida su futura pensión, ante la posibilidad de eventos similares que podrían repetirse, y considerando las advertencias sobre un próximo fenómeno de El Niño Costero en 2024, las autoridades tomen medidas excepcionales.

"Por eso, se está pidiendo al gobierno que se declare como año trabajado, para sumar los años de trabajo y, obviamente, tiene que ser reconocido con 15 semanas contributivas como mínimo, para que pueda sumar", menciona Wlhoff Chumbiasca, secretario de defensa del SUPNEP.

Este pedido fue realizado el 7 de julio de este año por el SUPNEP ante el Ministerio de la Producción, en una reunión con el director general de Pesca para Consumo Humano Directo e Indirecto, Noé Balbín Inga, junto con otros puntos entre los que solicitan declarar en emergencia el sector pesquero industrial, la creación de un fondo económico para préstamos a los pescadores industriales y acceso a programas temporales. Según la dirigencia del SUPNEP, no han recibido respuesta al pedido y esta organización está coordinando un plantón para el jueves 24 de agosto, frente al Ministerio de la Producción.

En conclusión, los efectos del cambio climático y la legislación peruana en materia de derechos sociales para los pescadores industriales han dejado a estos trabajadores en la incertidumbre, un sector de la población que ve en la pesca de anchoveta su principal actividad en los últimos años.