El curandero peruano Lauro Hinostroza tiene más de seis meses encarcelado en el Reclusorio Norte, una prisión de la Ciudad de México, bajo la acusación de ingresar seis litros de ayahuasca en territorio mexicano. La detención ocurrió el 26 de septiembre de 2022 cuando llegó a la capital azteca para participar como expositor en una conferencia internacional sobre "medicina tradicional".
Desde entonces, se le abrió una causa penal por el presunto delito contra la salud, en la modalidad de introducción de estupefacientes.
El medio mexicano Pie de Página conversó con Hinostroza a través de una llamada telefónica. "Hasta el momento no me dan ningún tipo de solución y estoy encarcelado", contó el curandero peruano de origen quechua y asháninka. Es antropólogo graduado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y tiene un doctorado en Antropología Médica por la Universidad Autónoma de México.
"Me doy cuenta que afuera nosotros somos respetados, nos saludan. Acá en la cárcel no hay ese respeto. Estoy recibiendo la peor humillación de mi vida como curandero. Nunca, en ningún pueblo, he pasado tanta vejación, tanta situación de castigo. Es una experiencia terrible para mí y para otros maestros que están con la boca seca, inermes. Lo que decimos no vale, los estudios no sirven, nuestra lengua no vale", lamentó.
Pero no es el único detenido por ejercer sus prácticas ancestrales. Dicho portal advierte que a comienzos de este año había al menos cuatro indígenas en prisiones de ese país acusados por llevar consigo ayahuasca. Uno de ellos, José Campos, de 68 años y natural de Ucayali, permaneció un año recluido hasta que en marzo último fue liberado porque el Poder Judicial mexicano en un fallo histórico lo absolvió.
"Yo soy practicante del modelo médico de nuestros pueblos originarios", señaló Hinostroza. Ahora se encuentra a la espera de que la justicia también lo libere. Por ahora, tres senadoras han solicitado que el sistema de justicia respete los derechos humanos de los detenidos y que se tomen en cuenta sus costumbres y prácticas tradicionales.
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Foto: Daniel Aguilar Hernández - Cuartoscuro.