#EXCLUSIVO. El exdirectivo de Odebrecht aseguró que fueron entre 4 y 5 personas, que no conoce sus nombres pero que él podía identificarlas si las autoridades peruanas le muestran las fotografías de estos ‘doleiros’.
Sao Paulo.- Entre los personajes mencionados y descritos por Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en Perú, durante sus confesiones en Sao Paulo, aparecen personas no identificadas hasta hoy que pasaron inadvertidas pero que cumplieron un papel importante en la entrega de dinero de Odebrecht para las campañas presidenciales en Perú: ‘los doleiros’, traficantes de divisas y operadores financieros ilegales que ocultan el rastro del dinero.
Odebrecht contrató ‘doleiros’ para esconder los pagos de coimas, financiamiento de campañas electorales, donaciones y toda operación que buscaba ocultar desde la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, la llamada ‘caja 2’. Perú no fue la excepción y eso lo sabe Barata.
Convoca.pe pudo conocer que el exdirectivo de Odebrecht aseguró que entre cuatro y cinco 'doleiros' peruanos le entregaron el dinero en Lima en bolsas, maletines y sobres. Dijo que no conocía sus nombres pero que él podía identificarlos si las autoridades peruanas le mostraban fotos de estos personajes.
Barata también señaló, según las fuentes consultadas, que él entregaba el dinero al intermediario del partido político tal cual se lo dejaba el ‘doleiro’. No revisaba los billetes ni verificaba la cantidad. Pero aseguró que nunca tuvo un reclamo de los políticos por el monto, lo cual indicaba que todo estaba conforme.
Los aportes provenían de la División de Operaciones Estructuradas de la compañía y se repartieron de la siguiente manera, según el exdirectivo de Odebrecht en Perú: En 2011, se aportó un millón 200 mil dólares para la campaña de Keiko Fujimori, 3 millones de dólares para la de Ollanta Humala, 300 mil dólares para la candidatura de Pedro Pablo Kuczynski, 700 mil dólares para Alejandro Toledo, mientras que en 2006 se aportó 200 mil dólares para Alan García. Ese año García fue elegido Presidente. En total fueron 5 millones 400 mil dólares, de acuerdo a lo confesado hasta el momento (Conoce más en este informe de Convoca.pe).
Cuando los fiscales peruanos le preguntaron a Barata, cuál había sido la contrapartida o beneficio de este financiamiento, él respondió que básicamente servía para facilitar las operaciones de la empresa en el país, para que Odebrecht se ganara la simpatía del gobierno. Pero que no había una relación directa con la obtención de un contrato específico con el Estado, señaló.
Sin embargo, cuando los magistrados peruanos quisieron hacer nuevas preguntas a Barata sobre los pagos de coimas por obras concretas ejecutadas durante los gobiernos de los candidatos que fueron elegidos, éste evitó responder porque todo lo relacionado a pagos de sobornos es investigado por el equipo especial de los fiscales anticorrupción que lidera Hamilton Castro y no por la Fiscalía de Lavado de Activos que dirigió esta vez el interrogatorio en Sao Paulo sobre el financiamiento de campañas electorales.
Por eso, no todo está dicho.
La vía oculta
Jorge Barata señaló que no tiene documentos referidos a la entrega del dinero a los intermediarios de los partidos políticos para las campañas electorales. Pero eso no quiere decir que no se pueda probar cómo se gestionaron los fondos desde la División de Operaciones Estructuradas para este propósito debido a que el acuerdo de leniencia firmado por las autoridades brasileñas con Odebrecht permite al Perú, mediante la cooperación internacional con Brasil, solicitar los registros de estos pagos que se hicieron desde este departamento que montó la constructora para ocultar el financiamiento de campañas electorales, coimas, entre otras gestiones.
La colaboración de la empresa es fundamental para obtener las pruebas debido a que todo se hizo bajo un sistema complejo para esconder el dinero. Veamos cada paso.
Jorge Barata, como máximo representante de Odebrecht en Perú, se encargaba de solicitar el dinero a la División de Operaciones Estructuradas y él usualmente establecía el monto que debía darse a los candidatos, a excepción de Ollanta Humala, que fue una orden de Marcelo Odebrecht a través del Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva.
Luego de la solicitud de Barata a la “caja 2”, comenzaba una vía encubierta y difícil de seguir el rastro en el exterior que la justicia brasileña ha logrado detectar como parte de la operación Lava Jato y que bien puede aplicarse al caso peruano.
La División de Operaciones Estructuradas, localizada en Brasil, se encargaba de ubicar a un 'doleiro' para que dispusiera de los fondos desde una de las cuentas de las empresas offshore creadas para los pagos ocultos.
Como parte de la investigación sobre los pagos de sobornos a los funcionarios de Petrobras, los fiscales brasileños descubrieron que Odebrecht creaba estas offshore para hacer transferencias desde Suiza, Panamá, Estados Unidos, y principalmente Antigua.
El 'doleiro' contratado por la División de Operaciones Estructuradas tomaba contacto con otro 'doleiro' que podía ser del país adonde se quería hacer llegar el dinero o un 'doleiro' brasileño que conocía muy bien cómo operaba el mercado negro de dólares en el lugar.
Ni bien el 'doleiro' del país, donde se debía hacer llegar los fondos, confirmaba que el dinero ingresó a una de sus cuentas ocultas en el exterior, acudía al mercado negro local para conseguir los dólares y entregarlos al directivo de Odebrecht encargado de la operación. En este caso a Jorge Barata.
El 'doleiro' principal del país de destino no siempre entregaba directamente el dinero sino que lo hacía a través de otros ‘doleiros’ o enviados de su extrema confianza, según el esquema de Odebrecht identificado por las autoridades brasileñas. Jorge Barata aseguró en Sao Paulo que no sabía los nombres de las personas que le entregaban los aportes para las campañas electorales en Perú. Precisamente no identificarlos era parte del sistema para ocultar el dinero.
Debido a la complejidad de la operación, entre las próximas diligencias impostergables se esperan los interrogatorios a quienes dirigían la División de Operaciones Estructuradas. Es decir, Hilberto Silva, jefe de este Sector, y Fernando Miggliaccio da Silva, el encargado de gestionar los pagos de sobornos a políticos brasileños. Ellos podrían identificar a los 'doleiros' que facilitaron los millones de dólares en Lima.
La operación encubierta de financiamiento de campaña electoral en Perú también pone en cuestión la falta de controles efectivos del sistema financiero en el país. En Brasil, se busca seguir el papel de los bancos en estas operaciones ilegales, a pesar de las resistencias y presiones de los grupos de poder. Las autoridades que tienen a cargo la investigación de Lava Jato en Perú podrían seguir estos pasos.
Este informe forma parte del proyecto 'Investiga Lava Jato', coordinado por Convoca.pe y el Folha de Sao Paulo y en el que participan 20 periodistas de diversos medios y organizaciones de Latinoamérica y África. Visita la plataforma aquí.