Los periodistas que forman parte de “Vigila la pandemia” brindan recomendaciones para investigar las adquisiciones estatales durante una emergencia sanitaria.
Hay que tener conocimiento de la ley y el reglamento de compras públicas del país como punto de partida, pero también de otras normas relacionadas que nos permitan comprender los vacíos y debilidades del sistema de contrataciones del Estado. Comprender las reglas del juego, por ejemplo, las distintas modalidades de compras que puede haber en un periodo normal y cómo se pueden flexibilizar en un estado de emergencia. En una pandemia se suelen modificar plazos y reducir requisitos con normas especiales con el objetivo de adquirir productos y servicios en el menor tiempo posible. Sin embargo, ¿en qué casos esas regulaciones especiales pueden maquillar hechos irregulares que fortalecen la corrupción? Para responder esa pregunta, los periodistas debemos conocer con solvencia esas normas para contrastarlas con la realidad. Con frecuencia, entrevistar a especialistas en contrataciones nos ayudará en ese proceso de indagación.
Hay que aprender a bucear en los portales de las instituciones estatales relacionadas con las compras públicas. Por ejemplo, en el Perú entidades como el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) y la Contraloría ponen a disposición de la ciudadanía cientos de documentos sobre las adquisiciones de productos como ventiladores mecánicos. Hay que sumergirse sin miedo en ese mar de información para encontrar pistas de una historia, organizar nuestros hallazgos y, en lo posible, construir bases de datos para profundizar nuestro análisis.
A continuación sitios web de algunas instituciones públicas de Perú donde puedes encontrar información sobre estas contrataciones:
Contraloría General de la República
Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE)
Si queremos alguna precisión sobre algo que hayamos visto en un portal de compras estatales o si las autoridades no han publicado lo que buscamos, podemos apelar a la ley de transparencia del país y hacer pedidos de información pública. En las solicitudes debemos ser específicos y claros. Podemos hacer varios pedidos simultáneos a entidades distintas. Si luego de esperar el plazo legal para las respuestas consideramos que las entidades no nos entregaron lo que pedíamos, podemos apelar ante el tribunal de transparencia del país para tener la información.
No todo está en internet: es algo que los periodistas comprobamos tarde o temprano. Por eso es importante realizar entrevistas “on the record” y “off the record” a personas (por ejemplo, funcionarios públicos) que puedan hablarnos de las compras públicas. También hay que estar atentos a las denuncias que hacen terceros: pueden ser el punto de partida para una historia. En cualquier caso, es imprescindible pedirles a las fuentes que demuestren sus afirmaciones documentalmente o que compartan con nosotros bases de datos del tema que estamos indagando.
Es imprescindible ordenar la información que vamos obteniendo tomando en cuenta el objetivo de la investigación. Para ello, una hoja de cálculo en Excel puede ser de gran ayuda, ya que nos permite registrar en filas y columnas la información que encontramos en portales estatales y la que nos brindaron fuentes personales. La forma en que organizamos los datos debe responder a la hipótesis de trabajo que queremos demostrar. Para el análisis de esta información son muy útiles las tablas dinámicas.
Las cifras, por potentes que sean, pueden resultar frías si no están acompañadas de historias de gente. Es importante, por eso, incluir el relato de las personas involucradas en el tema. Por ejemplo, mostrar a las personas afectadas por una mala compra pública con el objetivo de que los ciudadanos sientan empatía y sepan que les podría haber pasado a ellos. En una pieza periodística incluir historias que conmuevan es garantía de que los hallazgos de la investigación tendrán mayor impacto.