Las plantas de tratamiento de aguas residuales tratan y limpian agua proveniente de las redes de alcantarillado. Este proceso se realiza a través de lagunas facultativas, lagunas aireadas, lodos activados o filtros. El resultado son aguas que pueden ser reutilizadas para el riego de ciertos cultivos, áreas verdes o para la crianza de peces en cautiverio. Su rol en el proceso de saneamiento es clave, ya que permite aprovechar agua en otras actividades, y también evitar que aguas contaminadas sean vertidas directamente a espacios naturales.
Si bien las labores de saneamiento se encuentran distribuidas en diversas entidades públicas, como el Ministerio de Vivienda, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), la Autoridad Nacional del Agua (ANA), entre otras, las autoridades coinciden en que existen cientos de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, conocidas como PTAR.
Por ejemplo, de acuerdo con el informe estadístico anual Evaluación de la Calidad de los Efluentes de las PTAR domésticas o municipales-2020, del Ministerio de Vivienda, se ha registrado hasta ese año el funcionamiento 204 plantas a nivel nacional, las cuales se encuentran administradas por 50 empresas prestadoras de saneamiento (EPS).
Sin embargo, el análisis hecho por el Ministerio de Vivienda, para dicho informe, se limitó a 58 plantas de tratamiento, que fueron las que presentaron los monitoreos sobre la calidad del agua realizados en diferentes momentos del 2020.
De ese universo, solo 16 de las PTAR -ubicadas en regiones como Arequipa, Cajamarca, Cusco, Lima, Moquegua, Pasco y Puno- cumplieron todos los estándares de calidad de aguas residuales establecidas en los Límites Máximos Permisibles para los efluentes de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales aprobados en 2010.
Estas plantas fueron Ancón, Carapongo, Cieneguilla, Enlozada, Julio C. Tello, La Escalerilla, Linderos Antigua, Mallarito Sullana, Manchay, Omo, Pariamarca, San Antonio de Carapongo, San Jerónimo, San Juan BaterÍa Alta y Sicuani.
Las otras 46 PTAR incumplieron con, al menos, uno de los Límites Máximos Permisibles de la normativa. Los principales problemas fueron las mediciones de coliformes, es decir, la cantidad de bacterias provenientes de desechos humanos y animales; la demanda química de oxígeno (DQO), que mide la cantidad de materia orgánica no biodegradable, y la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), referida a la materia orgánica que sí puede degradarse.
De acuerdo con información del Ministerio de Vivienda, hasta septiembre del 2020, “solo el 44% del agua residual captado por las Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento ingresa a la PTAR y tiene tratamiento adecuado”.
Para esta verificación, la Sunass también informó, por escrito, que 170 plantas de tratamiento de aguas residuales se encuentran operativas. Esta información, explicaron, se actualiza con los datos reportados por las empresas prestadoras de servicios de saneamiento.
La mayoría de estas plantas utilizan, para la limpieza de las aguas, tecnologías como lagunas facultativas, lagunas anaeróbicas, lodos activados, lagunas aireadas, filtros biológicos, tanques Imhoff, tanques sépticos, entre otras, conforme a la base de datos compartida por Sunass.
En el informe N°0698-2021-SUNASS, la Dirección de Fiscalización de la entidad informó que la “proporción de las aguas residuales recolectadas que reciben un tratamiento previo antes de ser volcadas a un cuerpo receptor o ser reusadas en riego” asciende a 77.47%. Esto, precisa el documento, independientemente de si esas aguas cumplen con los límites de sustancias permitidas.
Las autoridades ambientales, como el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), han resaltado que el adecuado manejo de las aguas residuales es clave para reducir la incidencia de enfermedades como tifoidea, cólera, hepatitis, entre otras. Esto debido a que, si las aguas son vertidas aún con contaminantes, pueden incrementar la concentración de virus, bacterias o parásitos en ríos y lagos.
Consultado para esta verificación, el congresista Kamiche reconoció que su frase era incorrecta e indicó que había querido referirse a la ausencia de plantas de tratamiento de aguas residuales en La Libertad, región que representa como parlamentario.
Sin embargo, de acuerdo con los datos actualizados de Sunass, existen 14 plantas de tratamiento de aguas residuales que están operativas en La Libertad. Estas se encuentran en las localidades de Trujillo, Chepén, Huanchaco, Moche, Salaverry, Chocope, Puerto Malabrigo, Paiján y Pacanguilla.
Conforme a lo expuesto, Ama Llulla concluye que la afirmación del congresista Luis Kamiche, de Perú Libre, acerca de que no existen plantas de tratamiento de aguas residuales en el Perú, es falsa.