El transporte público es, junto con la inseguridad ciudadana, el acceso a la salud, la limpieza pública y la corrupción, uno de los principales problemas que afectan la calidad de vida tanto para Lima Metropolitana como para el Callao. Durante años fue considerado el tercer tema que más preocupaba a la población capitalina.
Según el informe de la organización Lima Cómo Vamos del 2021, basado en la percepción de los ciudadanos que viven en la capital, el 22% de los encuestados considera que la calidad del transporte público es un grave problema para la ciudad.
En tanto, la última encuesta de El Comercio-Ipsos, publicada en julio pasado, el 30% de los ciudadanos participantes del estudio señaló al caos vehicular como el segundo problema más urgente que la nueva autoridad deberá atender en Lima, después de la inseguridad en las calles. Le sigue, con el 27%, el sistema de transporte público masivo.
Estas cifras evidencian la importancia que tiene para la población contar con un adecuado servicio de transporte urbano y el mejoramiento del tránsito. Entonces, ¿cuáles son las propuestas en esta materia que han presentado los candidatos a la alcaldía de Lima Metropolitana y qué debilidades presentan?
Al sillón provincial capitalino se presentan Daniel Urresti (Podemos Perú), Rafael López Aliaga (Renovación Popular), George Forsyth (Somos Perú), Elizabeth León (Frente de la Esperanza), Omar Chehade (Alianza para el Progreso), Yuri Castro (Perú Libre) y Gonzalo Alegría (Juntos por el Perú).
En el último debate electoral del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el 25 de setiembre, los candidatos expusieron en pocos minutos —a causa del mismo formato del encuentro— sus propuestas para mejorar la transitabilidad vehicular y la movilidad. Convoca Verifica conversó con dos especialistas a fin de conocer sus análisis sobre las propuestas de los aspirantes a la comuna.
Para Patricia Alata, directora de Conocimiento de Lima Cómo Vamos, lo que prepondera son las propuestas vinculadas a la gran infraestructura, a grandes obras viales, como los bypass, los túneles, los puentes elevados, entre otros. Señaló que se sigue apostando por estas estructuras masivas y que, si bien en algunas partes de la ciudad falta infraestructura, las autoridades deben preguntarse a quiénes va a atender esa construcción.
“Varias de las propuestas vinculadas a infraestructura, independientemente del nivel de inversión que implican muchas veces —son grandes inversiones de varios millones—, tiene como fin facilitar la movilidad del auto privado. Es la apuesta que se ha tenido durante muchos años desde la ciudad y, justamente, no responde a las necesidades de la mayoría, la cual se moviliza en transporte público y a pie”, indica la experta.
En efecto, diferentes estudios indican que la mayoría de personas no usan auto privado para movilizarse, como el informe que publicó Lima Cómo Vamos el año pasado. Los resultados muestran que incluso antes de la pandemia por el Covid-19, la mayoría de personas usaba el transporte público tradicional y la caminata era el segundo modo prioritario para desplazarse.
Durante muchos años se ha considerado que la ampliación de vías era la solución para la congestión. Según Alata, esa visión del transporte ha sido una corriente en Lima y en otros países en todo el mundo, pero ahora en muchas ciudades han tenido que derribar esas grandes estructuras viales, porque se dieron cuenta de que no resolvía el problema.
Explicó que se trata de una corriente que se ha impuesto por años y que aún prima en Perú. No obstante, el hecho de que esté tan presente en las candidaturas actuales es porque los técnicos detrás, al parecer, son usuarios del transporte privado y es difícil empatizar con la población que camina, que usa bicicleta y transporte público.
“Hay dos tipos de enfoque, uno que pone al transporte como prioridad, es decir, facilita la movilidad del auto privado; y otro que se refiere a la movilidad. En el enfoque del transporte se piensa en hacer más vías para permitir a los vehículos ir con mayor velocidad. El de movilidad sostenible, en tanto, se enfoca en las personas y busca poner como prioridad la necesidad de movilizarse, buscando modos más eficientes”, añadió.
De acuerdo con el Simulacro de Voto Elecciones Municipales 2022, realizado por Ipsos Perú por encargo de América TV y publicado el 23 de setiembre, Daniel Urresti (Podemos Perú) es el candidato con mayor preferencia, con un 23.8% de votos válidos. Entre sus ofrecimientos de campaña en materia de transporte y tránsito, están la construcción de anillos viales, la creación de teleféricos y el diseño de un sistema de transporte de carga que incluya estacionamientos.
Con referencia a la promesa de teleféricos, el arquitecto urbanista de la organización UDEAL e investigador en Conurb.pe, Alejandro Ochoa, indicó que este tipo de obras es viable, pues está dentro de la competencia municipal, pero en términos de tiempo y demanda técnica es poco realista que los puedan terminar en una gestión de 4 años.
“El teleférico es una medida interesante, pero en sí mismo no es suficiente, porque se tiene que evaluar el impacto que tendrá en su entorno. Podría, por ejemplo, ser un ‘arma’ que legitime a las personas que se asientan en zonas de riesgo, ubicadas en la parte más alta de los cerros. Siempre y cuando las zonas sean seguras, se puede plantear y debe conectarse con las vías de tren y otros transportes masivos”, apuntó.
El plan de Podemos Perú no es el único que contempla construir teleféricos. Esta obra también aparece entre las propuestas de los grupos políticos Renovación Popular, Somos Perú y Juntos por el Perú.
Ochoa advirtió que muchas de las soluciones en Lima no son infraestructuras masivas y que lo único que producen es una demanda inducida por el uso del auto privado. Y, si bien esta demanda es poca a nivel Latinoamérica, conlleva a una mayor contaminación del aire.
“Tenemos que pensar en las formas cómo conectamos y para quién lo conectamos. Pensar justamente en los diferentes tipos de vías y los motivos de por qué se construyen, eso en las propuestas no lo dicen, es meramente especulativo. Pero nadie quiere vivir cerca de un bypass, de un puente aéreo, la ciudad debe pensarse desde una mirada del peatón. No es solo pensar en el teleférico, en la ampliación de la vía expresa, sino pensar en las intervenciones del espacio público, el impacto que va a tener en sus casas, en los locales comerciales a su alrededor, con la contaminación, el aumento de autos”, detalló.
No le compete a la municipalidad
En el caso de Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, propone, además, un servicio de tranvía y el desarrollo de un expediente técnico para la línea de metro Villa El Salvador-Puente Piedra, mientras que George Forsyth, de Somos Perú, quien es el tercer postulante con más expectativas de voto; promete la implementación de corredores, estaciones y una tarjeta única para un sistema de transporte multimodal, así como una red de ciclovías que interconecte hasta seis distritos.
Por su parte, Omar Chehade, de Alianza para el Progreso, entre sus ofertas de campaña está la construcción de nuevos ejes viales peatonales, puentes sobre los ríos Chillón, Rímac y Lurín, y funiculares para la Costa Verde. Gonzalo Alegría, de Juntos por el Perú, ha propuesto para Lima Metropolitana la anulación de peajes urbanos y el retiro del permiso municipal de obra en la Carretera Central.
Respecto a algunas de las propuestas descritas, Patricia Alata advirtió que las propuestas vinculadas al transporte público, es decir, las referidas a la ampliación del Metropolitano, al incremento de buses, implementaciones de nuevas líneas del Metro de Lima e incluso nuevos sistemas, ya no forman parte de las competencias de la municipalidad de Lima. Tampoco del Callao.
“Es la primera vez que los limeños y chalacos nos enfrentamos a unas elecciones donde los candidatos ya no pueden hacer promesas en cuanto al transporte público, porque ahora es competencia de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU). Sin embargo, muchas de las propuestas que están haciendo están vinculadas a ese aspecto. Es ahí donde existe una desinformación hacia el ciudadano, porque están proponiendo acciones que no pueden ejecutar de forma directa”, sostuvo.
Lo que el o la alcaldesa puede hacer es llevar sus propuestas a la ATU. Justamente, la municipalidad de Lima tiene dos asientos en el concejo de esta entidad. Entonces, esta autoridad edil puede generar apuestas y propuestas en torno al transporte público, pero no puede ejecutarlas directamente porque implica coordinar previamente con otra institución que tiene el poder de decisión.
Por su parte, Alejandro Ochoa señaló que todo lo que tiene que ver con el metropolitano y el Metro de Lima la municipalidad no lo hará sola. Deberá trabajar en conjunto con la ATU y el Ministerio de Transportes y Comunicación (MTC), sobre todo las propuestas que tienen que ver con vías principales. “La mayoría de propuestas tendrá que coordinarlas con otras entidades y va a tomar tiempo. Quizás la ATU o el MTC pueden poner muchas trabas. Dependerá mucho de la voluntad política para que puedan llevarlas a cabo o no”, precisó.
Asimismo, reflexionó que lo que debe buscarse es que los ciudadanos tengamos cerca de nuestras casas acceso a los diferentes servicios, como salud, educación, recreacionales, etcétera. De esa forma, no necesitaríamos movilizarnos tanto. Este tipo de organización de la ciudad tiene elementos positivos para la salud de las personas, para el medioambiente y descongestionaría el tránsito.