La reaparición del exdictador Alberto Fujimori en una audiencia judicial para insistir en que se le aplique el indulto humanitario fue una oportunidad para que este insistiera en proclamar su inocencia, a pesar de que fue condenado a 25 años de cárcel por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, así como por el secuestro de un periodista y un empresario. Convoca Verifica hace un recuento de las pruebas sobre su responsabilidad en estos delitos y concluye que el discurso del exgobernante es falso.
“Yo me considero totalmente inocente. Quiero hacer mención de por qué me considero inocente: porque he sido condenado por un supuesto secuestro agravado, cuando eso, claramente, no fue así, y por crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, por una autoría mediata que no concuerda con la realidad de la época porque la estrategia que aplicó mi gobierno, a diferencia de los años ochenta, fue una estrategia de total respeto a los derechos humanos”, afirmó Fujimori, quien está preso desde 2009.
El exmandatario dio estas declaraciones el último 4 de octubre, durante la audiencia virtual de la Tercera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, que vio la demanda de hábeas corpus que presentó con el fin de que se le restituya el indulto humanitario otorgado por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, el 24 de diciembre de 2017. Dicho beneficio fue anulado por resoluciones de la Corte Suprema del Perú y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El 7 de abril de 2009 Alberto Fujimori fue condenado a 25 años por el delito de homicidio calificado de 15 personas en Barrios Altos en 1991 y de ocho estudiantes y un profesor de la Universidad Nacional La Cantuta en 1992, por agentes del Ejército Peruano que integraban el denominado Grupo Colina. La sentencia también incluyó el delito de secuestro agravado del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer.
Aunque Fujimori también ha sido condenado por otros delitos en tres casos distintos, la sentencia por los asesinatos de La Cantuta y Barrios Altos es la más alta. Además, el expresidente es investigado por las esterilizaciones forzadas de mujeres cometidas durante su gobierno, entre los años 1996 y 2000, y por el asesinato de seis comuneros en el distrito de Pativilca, en 1992.
Autor mediato de crímenes
Carlos Rivera, abogado de los familiares de las víctimas de Barrios Altos, aseguró a Convoca.pe que todo lo dicho por Fujimori en la última audiencia “es falso”. Con respecto al Grupo Colina, explicó que en el juicio se acreditó la existencia de una organización, no un grupo paramilitar, sino de un destacamento del Ejército, debidamente regulado, con destaques, presupuesto, centros de entrenamiento y planes de operaciones.
“Por eso, la condena sobre Fujimori lo califica como autor mediato, a través de un aparato de poder organizado: el Ejército y el destacamento Colina”, precisó Rivera, quien labora en el Instituto de Defensa Legal (IDL).
La autoría mediata está reconocida a nivel mundial y determina que una persona puede también ordenar la comisión de un hecho delictivo porque tiene bajo su control un aparato de poder organizado, detalló Rivera, quien recordó que esta figura también fue aplicada para condenar a la cúpula del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), por el control de un aparato de poder organizado, así como al cabecilla terrorista de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
Premió al Grupo Colina
Miguel Jugo, secretario adjunto de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, advirtió que la declaración de inocencia de Alberto Fujimori ha sido contradicha por las instancias de justicia nacionales e internacionales.
“Felicitó y condecoró a los miembros del grupo Colina que habían cometido ese execrable crimen. Él los premió y les dio la amnistía”, recordó el abogado al referirse a la condena impuesta al exgobernante.
Respecto a las violaciones de derechos humanos cometidas durante el gobierno fujimorista, Jugo recordó que, en esa época, hubo muchas personas desaparecidas y detenidas arbitrariamente y, en ese contexto, ocurrieron las masacres de La Cantuta y Barrios Altos.
Al referirse a la comparación que hizo Fujimori sobre las acciones de su gobierno y las tomadas en anteriores gestiones, Jugo destacó que “siempre han tenido el discurso de nosotros matamos menos, un discurso completamente deshumanizado”.
“En los ochenta, había un desconocimiento total del enemigo, esto no los exculpa para nada. En los noventa ya se tenía conocimiento de la capacidad del enemigo. La estrategia que se aplicó en varias situaciones era de desaparición de personas, como el caso La Cantuta”, concluyó Jugo.
Conducta criminal
"A diferencia de lo ocurrido con los gobiernos de la década de los ochenta, durante los dos períodos de gobierno de Alberto Fujimori, y particularmente desde el 5 de abril de 1992, se encuentra una relación funcional entre poder político y conducta criminal", señala el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
De acuerdo con el informe, "desde el gobierno, intencional y progresivamente, se organiza una estructura estatal que controla los poderes del Estado, así como otras dependencias claves, y utiliza procedimientos formales-legales para asegurar impunidad para actos violatorios de los derechos humanos, primero, y de corrupción después".
"Sólo el expresidente de la República, ingeniero Alberto Fujimori, podía ejercer el poder político suficiente en distintas esferas del Estado para evitar la investigación de estos crímenes", señala la investigación realizada por la CVR.
Por todo lo expuesto, Convoca Verifica concluye que son falsas las afirmaciones de Alberto Fujimori sobre su inocencia y su alegado "total respeto" a los derechos humanos.