Convoca llegó a Brasil para conocer de primera mano los alcances del caso Lava Jato para Perú, donde las empresas brasileñas Odebrecht y Camargo Correa pagaron sobornos millonarios a funcionarios por lo menos en los últimos tres gobiernos. En este reportaje, revelamos cómo fue la masiva confesión de Odebrecht, lo que se viene con Camargo Correa y por qué no hay “ninguna duda” de que los 3 millones de dólares que aparecía en una planilla de Odebrecht para el “proyecto OH” y que la Policía Federal de Curitiba asoció con el expresidente Ollanta Humala, era para un pago de sobornos.

Curitiba, Estado de Paraná.- Puerta 168. Debajo de la numeración aparece la palabra “custodia” y un mensaje de advertencia: “Prohibo el uso de aparatos electrónicos”. Detrás de esa puerta color gris, un hombre que comandó uno de los más grandes imperios de la ingeniería civil de América Latina con más de 180 mil empleados en 21 países del mundo donde construyó obras colosales, permanece en una celda de apenas cuatro metros de largo y cuatro metros de ancho.

Marcelo Odebrecht, bahiano, descendiente de una familia de inmigrantes alemanes que llegó a Brasil hace más de 160 años, está recluido en el segundo piso (que para los peruanos vendría ser el primero) de la sede principal de la Policía Federal en Curitiba desde aquellos días de junio de 2015 cuando sus abogados le prometieron que permanecería menos de una semana. Pero el líder de la tercera generación de los Odebrecht lleva más de un año en esa celda donde mata las horas haciendo ejercicios tres veces al día. Su mirada altiva se desvanece poco a poco al tiempo de sus recientes confesiones sobre los pagos de sobornos que consumó su compañía mediante un esquema complejo que incluyó el uso de empresas offshore en paraísos fiscales y la creación de una oficina especializada para pagar coimas a funcionarios de Brasil, Perú y al menos otros diez países de América Latina y África por cerca de 439 millones de dólares, de acuerdo con las confesiones de la compañía difundidas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Las revelaciones de Lava Jato, la investigación de corrupción más importante de los últimos tiempos, empezaron a subir de temperatura a puertas cerradas el 12 de diciembre último. Ese día, Marcelo Odebrecht y otros 76 directivos que se acogieron a la delación premiada (colaboración) para reducir drásticamente las penas de sus delitos (al punto de pasar de una condena de más de cien años de prisión a dos años y medio como sucedió con el ‘doleiro’ Alberto Youssef), empezaron a contarlo todo a lo largo de cinco días, entre el 12 y 16 de diciembre. En ese periodo se movilizaron cerca de cien procuradores (fiscales) en diversos Estados de Brasil para recoger los testimonios, según diversas fuentes a las que tuvo acceso Convoca en Curitiba y Brasilia.

 

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Los testimonios de los directivos de Odebrecht fueron registrados por los procuradores de Brasil luego que los abogados de los delatores entregaran un documento de más de mil páginas que daba cuenta del pago de los sobornos a funcionarios de los países donde operaban, entre ellos Perú. Las confesiones de este documento también llegaron a la justicia de Estados Unidos, que decidió difundir un resumen de estos hechos delictivos sin revelar los nombres de los funcionarios. La entrega del documento fue parte de los requisitos de la negociación de la delación premiada que empezó en febrero de 2016 y que sirvió de base para las preguntas de los procuradores brasileños en la confesión masiva.

 

El testimonio de Marcelo y Barata

Las declaraciones de Marcelo Odebrecht fueron recogidas por tres procuradores de Curitiba durante tres días. Cada jornada duró en promedio seis horas. Fueron casi 18 horas de una historia sorprendente de pagos de sobornos a políticos y funcionarios públicos. “El lo contó todo, colaboró”, dijo una de las fuentes que tuvo conocimiento cercano de estas confesiones. Mientras el líder de la organización empezaba a hablar el 12 de diciembre en el edificio robusto del barrio de Santa Cándida donde se ubica la Policía Federal de Curitiba, ese mismo día a más de 2 mil 400 kilómetros en la zona nordeste de Brasil, otra confesión de gran importancia para Perú comenzaba: el exsuperintendente de Odebrecht en Perú, Jorge Henrique Simões Barata, contó quiénes eran los funcionarios peruanos que recibieron las coimas, los montos y cómo se estructuró el pago de sobornos. Desde 2009, los representantes de las oficinas de sus filiales en distintos países asumieron la coordinación del pago de estas coimas para las operaciones ilícitas que realizaban mediante la ‘División de Operaciones Estructuradas’. En esos días, Barata era el líder máximo en Perú.

 

"El acuerdo de la delación premiada entre la empresa y las autoridades de Brasil consideró una condición importante: dar seis meses de plazo a Odebrecht para que confiese sus delitos ante las autoridades de otros países como Perú".

 

Eran los tiempos del régimen de Alan García. El registro de visitas a Palacio de Gobierno al que accedió Convocada cuenta que Barata tuvo hasta 16 reuniones entre 2006 y 2011, seis de las cuales fue con el presidente García y diez fueron visitas registradas durante el proceso de licitación del Metro de Lima, obra que está bajo sospecha por el pago de sobornos. El consorcio de Odebrecht junto a la constructora peruana Graña Montero firmó en diciembre de 2009 el contrato de la línea 1 del Metro de Lima, que coincide con el año de un pago de soborno de un millón 400 mil dólares, confesado por la empresa brasileña, para que un “alto funcionario” influenciara en el comité de licitación para un contrato de un proyecto de “transporte público”. Después de la firma del contrato, Odebrecht logró que se incrementara el valor del tramo 1 en más de 100 millones de dólares. Lo mismo sucedió con el tramo 2 que también terminó en manos del consorcio encabezado por Odebrecht y que pasó de un presupuesto de 583 millones de dólares a más de 900 millones de dólares. Por los dos tramos, el incremento total superó los 400 millones de dólares como corroboró Convoca luego de revisar el expediente completo de la obra (Ver ‘La vía legal del tren millonario de Odebrecht’ ).

Pero hay otra obra símbolo que reúne a las empresas constructoras investigadas por Lava Jato, que involucra a tres presidentes, y sobre la que Jorge Barata tiene mucho que decir precisamente en esta semana que Odebrecht empezará a entregar información al Ministerio Público de Perú, como parte de un convenio preliminar de colaboración y que según un comunicado de prensa de la Fiscalía será “información relevante para el esclarecimiento de los hechos investigados”.

 

La ruta de las coimas

Como se sabe hace pocas semanas, Odebrecht confesó el pagó de 20 millones de dólares de coimas a “compañías específicas” por la licitación de una obra en 2005. Ese año, las autoridades peruanas adjudicaron los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur, que une Brasil con Perú por la Amazonía, al consorcio liderado por Odebrecht. El tramo 4 de esta misma carretera estuvo a cargo de otro consorcio, esta vez integrado por otras constructoras investigadas en Lava Jato: Camargo Correa, Andrade Gutiérrez y Quieroz Galvāo. Como parte de la operación Castillo de Arena, la Policía Federal de São Paulo incautó documentos, correos y USB de la oficina y domicilio de directivos de la empresa en 2009, que revelaron el pago de coimas de Camargo Correa a políticos y funcionarios para ganar la licitación de obras, el financiamiento de campañas políticas y realizaron transferencias a cuentas en el exterior como parte de un sistema de lavado de dinero. En ese informe de la Policía Federal, que revelaron por primera vez en Perú Convoca y BRIO en junio de 2015, se menciona el pago de sobornos durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García para la construcción de la Interoceánica Sur. El presupuesto de la obra se incrementó de unos 800 millones de dólares en 2005 a cerca de 2 mil millones de dólares en marzo de 2015 debido a la firma de 22 adendas al contrato, una modalidad que usaban las empresas brasileñas en su propio país como parte del esquema de pagos ilícitos para la adjudicación de las obras.

En el informe policial sobre la incautación de los documentos a Camargo Correa, se menciona el pago de sobornos de más de 6 millones de dólares vinculados a la Interoceánica Sur. Hoy se sabe que los fiscales peruanos lograron determinar luego de intercambiar información con las autoridades suizas, que uno de los pagos de sobornos de más de 90 mil dólares coincide con movimientos de dinero a una cuenta corriente del Citibank de Londres a nombre de una de las empresas de Josef Maiman, el exasesor del presidente Alejandro Toledo. Entre los documentos incautados del pago de las coimas de Camargo Correa aparece el nombre de Marcos de Moura Wanderley, quien era el representante legal de la empresa y es conocido como la pareja de Rocío Calderón, la amiga de la esposa del expresidente Ollanta Huamala, Nadine Heredia.

En las últimas horas salió a luz en Brasil que los abogados de Camargo Correa negocian con la Procuraduría de la República para que unos 40 directivos de la empresa, entre ellos accionistas, firmen un nuevo acuerdo de delación premiada que ocasionaría un gran sismo político en Brasil que sin duda alcanzará a Perú y otros países porque permitiría revelar hechos que la empresa no estaba contando a las autoridades como los pagos de sobornos a través de cuentas en el exterior, según informaciones de la revista Veja. Convoca pudo confirmar con fuentes en Brasil y Perú el inicio de estas negociaciones y que en la lista aparece Marcos de Moura Wanderley, quien hasta ahora ha evitado dar entrevistas a la prensa.

 

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Informe de la Policía Federal del caso Castillo de Arena.

 

La otra confesión: Camargo Correa

Camargo Correa se ha escudado hasta ahora en Perú reiterando que la investigación Castillo de Arena fue archivada en última instancia en la justicia de Brasil. Lo que no dice la compañía es que no fue por falta de pruebas sino por cuestiones formales debido a que la denuncia se inició por una fuente anónima como sostiene Og Fernandes, el único vocal de la Sexta Sala Superior de Justicia Federal en Brasilia que se opuso a la anulación del caso como se puede ver en la argumentación de su voto (Ver: "Lo que la justicia de Brasil obvió al archivar Castillo de Arena" ). Ahora, con las negociaciones de una nueva delación de Camargo Correa, los procuradores brasileños están manejado el tema con mucha cautela para que no se “contamine” el caso Lava Jato con las pruebas anuladas en Castillo de Arena. La clave está en “establecer una fuente autónoma” al de Castillo de Arena para llegar a los documentos: las pruebas de las coimas.

Hasta el momento, como parte de la operación Lava Jato, las confesiones de los directivos de Camargo Correa que se acogieron inicialmente a la delación premiada, se concentraron en el pago de sobornos en Brasil con pocos avances en la entrega de las pruebas porque la empresa ha argumentado que no podía recuperar la información de los hechos ilícitos debido a que el funcionario clave que conocía el sistema de coimas tiene problemas mentales y no recuerda lo sucedido, de acuerdo con diversas fuentes consultadas por Convoca.

 

"Cuando una empresa habla, es cuestión de tiempo para que las otras empresas empiecen a hablar", dice a Convoca el procurador de Curitiba Carlos Fernando dos Santos Lima en relación a las confesiones de Odebrecht y lo que pude pasar con Camargo Correa"

 

Camargo Correa también aseguró a las autoridades que luego de la operación Castillo de Arena, cambió a la mayoría de sus empleados y que hoy no tiene rastros de la información. Pero las confesiones de Odebrecht han propiciado que la compañía empiece a recuperar la memoria. Una nueva delación premiada abre otras posibilidades no solo para Brasil sino para Perú debido al avance de la investigación de los fiscales en Lima para determinar que hubo pagos de sobornos en las obras a cargo de Camargo Correa: el tramo 4 de la Interoceánica Sur (donde están involucrados funcionarios de los gobiernos Toledo y García) y la planta de tratamiento de agua potable de Huachipa en el régimen de García. Un personaje clave de Camargo Correa para las confesiones, además de Moura Wanderley, es Pietro Bianchi, exdirector y consultor de este grupo empresarial a quien se le incautó los USB con la información de los sobornos de la Interoceánica.

El escenario se pone cada vez más interesante. “Cuando una empresa habla, es cuestión de tiempo para que las otras empresas empiecen a hablar y se puedan derribar barreras”, dice a Convoca el procurador de Curitiba Carlos Fernando dos Santos Lima, quien forma parte de la Fuerza de Tarea de Lava Jato. Este medio ubicó al abogado de Camargo Correa, Celso Vilardi, pero prefirió no pronunciarse sobre el tema. “Yo no hablo con la prensa”, respondió y luego pidió que se le enviara las preguntas por correo electrónico. Vilardi derivó las consultas que le hicimos llegar a los encargados de comunicación de la compañía en Lima que hasta el cierre de este reportaje no respondieron.

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Dalton Avancini y Marcelo Odebrecht, expresidentes de las constructoras Camargo Correa y Odebrecht, respectivamente. Foto: Camargo Correa - O Globo.

 

Los millones del proyecto OH

El tercer gobierno bajo sospecha por el pago de sobornos de Odebrecht es el de Ollanta Humala. Hasta el momento, la información más cercana a Humala aparece en un informe de la Policía Federal de Curitiba de febrero de 2016 en el que se asocia un monto de 4.8 millones de reales (3 millones de dólares al tipo de cambio de 1.6 reales por dólar usado por la propia Policía Federal en su análisis) al “proyecto OH”, que el agente policial Willigton Gabriel Pereira concluyó que sería el expresidente de la República. Humala negó cualquier relación con ese monto de dinero, que en el informe no aparece como un pago de soborno. Pero luego de un año las cosas han cambiado y la investigación en manos de los procuradores, los agentes policiales, los peritos y el celebrado juez Sergio Moro, ha avanzando a paso firme. ¿Qué sabe hoy la Policía sobre los millones de OH? Convoca conversó con el coordinador de los delegados de la Policía Federal de Curitiba que forman parte de la Fuerza de Tarea de Lava Jato, Maurício Moscardi Grillo, quien reveló lo siguiente.

-Normalmente la Policía Federal llega a conclusiones sólidas a partir de sólidas evidencias…¿cómo fue en el caso de Ollanta Humala?

- Cuando había siglas, se mostraba claramente que era un desvío patrón para el pago de sobornos.

- A estas alturas, ¿no queda duda entonces que esos 3 millones de dólares sirvieron para el pago de coimas?

- Eso está totalmente claro. Si usted ve, en los casos de los diputados brasileños que tenían siglas se confirmó que esos valores eran pagos de sobornos. En un caso eran para recaudación de dinero partidario de la campaña que es un forma de corrupción (…) si usted quiere hacer un pago honesto, usted no pone siglas. Esas empresas tenían una relación honesta y deshonesta. La relación honesta estaba bien calificada y para la relación deshonesta colocaban iniciales. Quien coloca iniciales para justificar un pago es porque quiere esconder un dinero destinado para fines ilícitos, si no usted coloca el nombre completo de él y pone Presidente del Perú. Lo que hay que confirmar claramente (ahora con la confesión de Odebrecht) es si el nombre era de él, porque el dinero era para fines ilícitos por las condiciones que se presentaron. De eso no queda ninguna duda.

Moscardi asegura que no avanzaron más allá por una cuestión de “soberanía”. Ahora le toca a los fiscales peruanos cerrar el círculo.

 

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El coordinador de los delegados de la Policía Federal de Curitiba, Mauricio Moscardi Grillo, junto a su colega Renata Rodrigues, quien también trabaja en el caso Lava Jato.
 

En su análisis, el agente policial Willigton Gabriel Pereira detalla que los 3 millones de dólares, que aparecían junto al “proyecto OH” forman parte de una tabla denominada “Posición Programa Especial Italiano” que fue enviado vía correo electrónico por Fernando Migliaccio da Silva, quien fue el hombre clave en la División de Operaciones Estructuradas desde donde se manejaba el pago de sobornos. La destinataria de la tabla era Maria Lúcia Guimarães Tavares, la secretaria de esa oficina de coimas.

El agente Pereira vinculó en su análisis las siglas OH de la tabla con la información encontrada meses antes en el celular de Marcelo Odebrecht incautado en su casa que da cuenta de tres reuniones con Ollanta Humala, en dos de las cuales aparece con las siglas OH. La primera reunión está programada para el 11 de junio de 2011 como “Jantar Pres. Perú”. Era una cena con el presidente electo Humala a un mes de su juramentación en el cargo, su esposa Nadine Heredia, y representantes de Odebrecht entre los que estaba Jorge Barata (entonces cabeza máxima de Odebecht en Perú) y su esposa Sara, y Luiz Antonio Mameri (director superintendente de Odebrecht en Angola y América Latina que también aparece en la tabla del pago de coimas). 2011 es el año registrado en la tabla para los 3 millones de dólares del “proyecto OH”. Convoca se comunicó con Roy Gates, abogado de Nadine Heredia, para solicitar los descargos de la exprimera dama,pero al cierre de esta publicación no obtuvo respuesta.

Los otros dos encuentros estuvieron programados entre Humala y Marcelo Odebrecht durante la visita del empresario a Lima: el 1 de mayo de 2013 y el 22 de octubre de 2014. Humala ya estaba en el poder y aparece identificado como OH.

 

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El expresidente Ollanta Humala y Marcelo Odebrecht. Foto: Caretas.

 

Las confesiones de Odebrecht, principalmente de Jorge Barata, deberían confirmar estos hechos. Según Folha de Sao Paulo, la exprimera dama habría recibido US$ 3 millones de Odebrecht para financiar el 2011 las campañas del entonces candidato nacionalista Ollanta Humala, con autorización de Lula (el expresidente de Brasil) como parte de una “caja que la empresa (Odebrecht) tenía junto al PT (el partido de Lula), administrada por su exministro Antonio Palocci. El abogado de Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates, señaló en Radio Programa del Perú que esa información no es cierta. “No hay elemento de convicción, prueba o indicio en su contra. Todas son puras especulaciones”. ¿Hasta dónde pueden llegar las investigaciones en Perú para que se sepa toda la verdad? El procurador de Curitiba Orlando Martello considera que existen las condiciones para llegar hasta el fondo de los hechos. “No debe quedar duda que las autoridades recibirán información acerca de los crímenes cometidos en Perú”, apuntó.

 

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Procurador de Curitiba Orlando Martello. Foto: Milagros Salazar - Convoca

 

El acuerdo de la delación premiada entre la empresa y las autoridades de Brasil consideró una condición importante: dar seis meses de plazo a Odebrecht para que confiese voluntariamente ante las autoridades de otros países donde cometió los delitos. De no hacerlo, las autoridades de Brasil podían hacer público los hechos más relevantes de la confesión en Brasil al concluir el plazo. En ese contexto es que la empresa firmó el 4 de enero el convenio preliminar con el Ministerio Público de Perú para entregar información y hacer un pago inicial de 30 millones de soles por los pagos ilícitos. Lo que viene es una ola inevitable de confesiones que el país entero debe conocer.

 

*Foto de portada: Marcos de Moura Wanderley y Jorge Barata, exrepresentante de Camargo Correa y exsuperintendente de Odebrecht en Perú, respectivamente. Foto: Flickr.com.