Hoy, se cumplen cuatro meses del derrame de más de 11 mil barriles de petróleo en el mar de Ventanilla, en un terminal de la Refinería La Pampilla, subsidiaria de la corporación española Repsol. A pesar de su gran magnitud e impacto en el ecosistema, este es solo uno de los numerosos incidentes de este tipo que se registran frecuentemente en la costa peruana. Entre enero de 2011 y enero de 2022 ocurrieron 144 incidentes. Piura es la región más afectada, donde se concentran 138 de ellos. Savia Perú, la estatal china CNPC y Olympic Peru son las compañías responsables del 61,8% de los vertimientos, tal como lo evidencia la información compilada por Convoca Deep Data, nuestra plataforma de análisis de datos sobre las industrias extractivas.

Juan Eche, presidente del Gremio de Pescadores Artesanales de Lobitos, ha sido citado por el Poder Judicial como testigo para dar su testimonio sobre un derrame de petróleo en el mar de Piura. El dirigente está desconcertado porque la audiencia que tiene este 19 de mayo no es para hablar sobre el combustible vertido el último 28 de abril en la superficie marina de este distrito de la provincia de Talara, sino por otro incidente registrado hace nueve años, en dicha zona y atribuido a la misma empresa petrolera: Savia Perú.

Para sancionar rápidamente esta clase de daños que ocasionan las empresas transnacionales en el medio ambiente, la legislación peruana no funciona, lamenta el dirigente pesquero: “Hay que esperar un año, dos años o nueve años, como llevamos ya con este anterior derrame. ¿Qué esperanza podemos tener?”.

El 4 de julio del 2013, Juan Eche también era presidente del Gremio de Pescadores Artesanales de Lobitos cuando hubo un derrame de 48,57 barriles de petróleo crudo en el Lote Z-2B, en el mar del distrito de Lobitos, en Piura, debido a un agujero en la línea submarina. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa) y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) le impusieron sanciones administrativas a Savia Perú por el derrame de hidrocarburos, mientras que la Municipalidad Provincial de Talara interpuso una denuncia penal contra la empresa que aún se ventila en el Poder Judicial.

Nueve años después, el 28 de abril último, se reportó un derrame de petróleo en el mar del mismo distrito piurano de Lobitos, tras el hundimiento de la plataforma marina VV del Lote Z-2B, a cargo de Savia Perú y que estaba inoperativa desde el año 2012. La empresa informó que solo se vertieron 1,9 barriles de petróleo, mientras que el Oefa inició una investigación que aún continúa. El Gremio de Pescadores Artesanales de Lobitos pidió una indemnización a la petrolera por los perjuicios ocasionados y aún está negociando esta solicitud.

Estos son solo dos de los 144 derrames de combustible registrados en la costa peruana entre enero de 2011 y enero de 2022, atribuidos a 11 empresas petroleras, de acuerdo con los reportes del Oefa y que este medio digital ha compilado en Convoca Deep Data, nuestra plataforma de análisis de datos sobre las industrias extractivas. La mayoría se reporta en Piura (138), pero también ha habido casos en Tumbes (4) y el Callao (2).

El año donde se consigna la mayor cantidad de estas infracciones ambientales fue el 2019, con 29 reportes, mientras que el 2021, durante la pandemia del Covid-19, fue el segundo, con 27.

Los vertimientos de combustibles registrados por la entidad fiscalizadora se refieren a petróleo, fluido de producción, crudo, petróleo crudo y fluido con hidrocarburos.

 

 

Savia Perú, manejada por De Jong Capital LLC desde 2021, es la compañía que más incidentes reporta en dicho período: 37. Como se sabe, esta es la principal operadora de plataformas offshore ("fuera de la costa", en el mar) en el Perú. Le siguen en frecuencia la empresa estatal china CNPC Perú y Olympic Perú, propiedad de la estadounidense Olympic Gas and Oil, con 26 ocurrencias cada una. Solo estas tres sociedades acumulan el 61,8% de todos los casos informados en la costa peruana. 

Otras compañías que también tienen registros en OEFA son Petroperú (16 casos), Unna Energía (15), Sapet Development (8), Petrobras Energía Perú (5), Interoil Perú (4), BPZ Exploración & Producción (3) y Repsol (2).

A cuatro meses del derrame de 11.900 barriles de petróleo en el mar de Ventanilla, en el Callao, donde opera la refinería La Pampilla, subsidiaria de la empresa española Repsol, aún persisten los efectos de este desastre ecológico, mientras que en las regiones de la Costa Norte y la Amazonía se sigue vertiendo hidrocarburos en la superficie del mar, ríos y suelos.

El biólogo Edwin Vegas, ex rector de la Universidad Nacional de Piura, explica que los constantes derrames de petróleo en la bahía de Talara, en Piura, han provocado una disminución de la población de peces y mariscos y que los pobladores tienen problemas para entrar al mar pues tienen un continuo enfrentamiento con la empresa Savia Perú.

 

Solo durante entre enero de 2020 y enero de 2022 el Oefa ha investigado más de 120 derrames a nivel nacional, de los cuales 40 tuvieron lugar en la costa peruana. La mayoría de estos últimos también son atribuidos a la empresa Savia Perú, en Piura.

Según la información sistematizada por Convoca Deep Data, Savia fue responsable de 14 incidentes en dicho periodo. Olympic Peru ha acumulado 11 en la costa norte peruana, desde el 2020. Unna Energía del Grupo Graña y Montero (ahora renombrado Aenza) reporta siete derrames.

Le siguen las compañías de capitales estatales chinos Sapet Development y CNPC, con cuatro y tres derrames respectivamente. Petrolera Monterrico, del Grupo Vera Gutierrez, también fue responsable de un derrame en dicha zona durante la pandemia.

 

Derrame de petróleo
En el mar de Ventanilla, la Refinería la Pampilla derramó más de 11 mil barriles de petróleo, que afectaron a las playas de Lima y Callao. Foto: Agencia Andina

Impacto

El derrame ocurrido el último 15 de enero, hace exactamente cuatro meses, en Ventanilla por responsabilidad de la española Repsol es el mayor desastre ecológico registrado en el mar peruano. El Oefa le ha impuesto cinco multas coercitivas por un total de 2 millones 300 mil soles, porque ha incumplido 5 de las 16 medidas administrativas dictadas para mitigar el daño ambiental provocado por el derrame de combustible.

El 13 de mayo último el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) presentó la primera demanda civil de responsabilidad objetiva por intereses difusos en el Perú contra la petrolera Repsol, por el derrame que afectó a consumidores, usuarios y terceros. Con esta medida, exige un pago de 4,500 millones de dólares.

“El derrame de petróleo en Ventanilla es una cosa minúscula respecto a los derrames que ocurren en la Amazonía y todo el desmadre que ha hecho Pluspetrol. Hay que ver cómo el Ministerio de Justicia se interesa por incorporar el ecocidio en el Estatuto de Roma porque es otra forma de crimen contra la naturaleza. Esto permitiría penalizar a las transnacionales”, explica a Convoca.pe el biólogo Edwin Vegas.

 

Derrame de petróleo
En la selva peruana ocurre un derrame de petróleo cada semana, según un informe elaborado por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Foto: Oefa

Tan solo entre el 2000 y el 2019 se registraron 474 derrames de petróleo en los lotes petroleros de la Amazonía y el Oleoducto Norperuano, según el informe “La sombra del petróleo”, elaborado por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, lo que implica que, en la selva peruana, ocurre un derrame de hidrocarburos casi cada semana.

De acuerdo con la información sistematizada por Convoca Deep Data, entre enero del 2011 y enero del 2022, el Oefa registró e investigó 389 derrames de combustible en la selva peruana, que afectaron el agua y suelo de las regiones de Loreto, Amazonas, Cajamarca, Ucayali, Cusco y Lambayeque.

 
Derrames de combustible en la selva peruana
Infogram

 

El último derrame de petróleo en la Amazonía se reportó los primeros días de este mes de mayo, en el kilómetro 184 del Tramo I del Oleoducto Norperuano, en el distrito de Barranca, provincia de Datem del Marañón, departamento de Loreto. El Oefa inició una investigación por esta fuga de combustible de la tubería a cargo de Petroperú.

 

 

El historial de derrames de combustible de los últimos años en la costa y selva del Perú ha evidenciado que las sanciones administrativas y los procesos penales abiertos contra las empresas no son suficientes para frenar estos incidentes que atentan contra el medio ambiente y los derechos de las personas.

 

Foto principal: Agencia Andina