Pobladores de zonas rurales son víctimas del centralismo en vacunación contra el Covid-19

 

La cobertura de la aplicación de las vacunas contra el Covid-19, tanto de la primera como de la segunda dosis, ha evidenciado el centralismo en el Perú y los diversos problemas de gestión en las regiones, en perjuicio de la salud de la población en las zonas rurales. En Lima, Callao y las principales ciudades, tras el avance en la vacunación de los adultos mayores de 60 años, se ha venido reduciendo la edad de la población a la que le corresponde inmunizarse, mientras que en las áreas más alejadas de la sierra y selva aún no se protege totalmente a la población adulta mayor, que es la más vulnerable ante el nuevo coronavirus.

 

Por Elena Miranda | 21 de julio de 2021

 

La vacunación contra el Covid-19 en las regiones del Perú está avanzando, pero no es uniforme y la población vulnerable a esta enfermedad, que ha sido más relegada, vive en las zonas rurales de la sierra y selva. Mientras que en Tacna, Lima, Callao y las principales ciudades del país ya se comenzó a inmunizar a las personas desde los 30 y 40 años, hay distritos donde aún no se ha terminado de proteger a los adultos de 60 años o más e, incluso, en cinco de estas jurisdicciones no se ha registrado la aplicación de una sola dosis a su población adulta mayor.

Para medir la cobertura de la vacunación, la Defensoría del Pueblo considera el porcentaje de aplicación de la segunda dosis frente al total de población que debe ser inmunizada en determinado territorio, en especial el grupo de adultos mayores, que es el más vulnerable al nuevo coronavirus, pues de los 195,243 mil fallecidos por Covid-19 en el país, 135,562 tienen más de 60 años, según la Sala Situacional del Ministerio de Salud, actualizada al 19 de julio último.

En todo el país, sólo 2 millones 969 mil 164 de adultos mayores de 60 años están protegidos contra el virus del SARS-CoV-2 y sus variantes más transmisibles, porque han completado la vacunación, al recibir la segunda dosis de la vacuna. Esto equivale al 66.3% de las 4 millones 478,393 personas de este grupo de edad que deberían recibir las dos dosis. De este total, 3 millones 344 mil 364 han recibido la primera dosis, es decir, el 74.7%, según información del Repositorio Único Nacional de Información en Salud, Reunis, al 25 de julio.

"No podemos bajar el rango de edad si no llegamos, por lo menos, al 70% del grupo de edad que estamos vacunando en ese momento. Por eso, hay regiones que todavía no bajan a la base cinco, porque no han logrado sus metas de vacunar a más del 70% de 60 años para arriba", explicó el vocero del Ministerio de Salud, Arturo Granados, hace algunos días.

Seis regiones del Perú aún no han aplicado la segunda dosis de la vacuna a la mitad de su población con más de 60 años. Puno, Loreto, Huánuco, Ucayali, Cajamarca y Madre de Dios se ubican en los últimos lugares porque no llegan al 50% de cobertura completa de vacunación de su población adulta mayor.

 

 

“Hay regiones donde el proceso ha avanzado bastante y les ha permitido bajar la edad de vacunación, como Tacna y La Libertad, hay otras que están por debajo de lo deseado. Lo importante es que las personas cumplan con ambas dosis”, señala Carlos Almonacid, representante de la Adjuntía para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo.

 

 

 

El funcionario defensorial advierte que si el proceso de vacunación no se realiza de manera uniforme, se genera inequidad y hay una afectación al derecho de las personas. La inequidad en la vacunación no solo se presenta entre las regiones sino también dentro de cada una de ellas. La Defensoría del Pueblo ha identificado que hay un avance en las zonas urbanas, pero las vacunas no están llegando a muchas zonas rurales, sobre todo a las más alejadas de la sierra y selva.

Ante la brecha de la vacunación en las zonas urbanas y rurales, el viceministro de salud Pública Gustavo Rossell ha recordado que el plan de vacunación contempla cuatro escenarios: La gran capital, que incluye Lima y Callao, las grandes metrópolis, las zonas urbanas y las zonas rurales y que cada uno de ellos tiene su propio ritmo.

Un ejemplo de esta situación se evidencia en el ranking de distritos con cobertura de la segunda dosis para los adultos mayores de 60 años. Según datos del Reunis, en cinco distritos no hay registro de un solo vacunado de este grupo de edad, ni siquiera con la primera dosis: Chaca (Provincia de Huanta, región Ayacucho), con 253 pobladores; La Morada (Provincia de Marañón, región Huánuco), con 301 personas; Oronccoy (Provincia de La Mar-Ayacucho), con 145 pobladores; Pucayacu (Provincia de Leoncio Prado-Huánuco), con 392 pobladores; y Roble, con 112 residentes (Provincia de Tayacaja-Huancavelica).

En el caso de la población más joven, la primera región en vacunar a los adultos de 18 a 49 años de las zonas rurales ha sido Arequipa, a partir del 20 de julio. Días después ha empezado a hacer lo mismo Áncash, con la población de de 18 a 59 años en las zonas rurales, y Tacna, con los mayores de 18 años, en los poblados del área rural. Este grupo se suma a los ciudadanos mayores de 18 años de las comunidades nativas de la selva que están siendo vacunados.

Hasta hace cuatro años, la población del área rural en el Perú era de 6 millones 69 mil 991 personas, lo que representaba el 20,7% del total, sin embargo, ha ido disminuyendo, a un promedio de 146 mil 481 personas por año, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei).
 
Para definir el área rural de un distrito, el Inei considera que los centros poblados no tengan más de 100 viviendas agrupadas contiguamente ni sean capital de distrito; o que, teniendo más de 100 viviendas, éstas se encuentran dispersas o diseminadas sin formar manzanas. Otro criterio de dicha entidad incluye a los centros poblados con menos de 2 mil habitantes, cuya principal característica es que sus viviendas están dispersas o diseminadas sin formar manzanas.

 

Puno
Vacunación contra el Covid-19 a los adultos mayores de 60 años de las islas flotantes de Los Uros, en medio del lago Titicaca, en Puno. Foto: Diresa Puno

 

Puno: El último de la fila

En Puno, aún se está vacunando a las personas de más de 60 años y ya se empezó a vacunar a los adultos a partir de los 55 años. En la región se ha aplicado 76,508 primeras dosis y 53,436 segundas dosis a este sector de la población. La meta es vacunar con ambas dosis a 172,882 adultos mayores, pero el porcentaje de vacunación completa solo ha llegado al 30.9%. Las provincias de San Román y Puno lideran la cobertura, con más del 40% cada una, mientras que Moho, va última con 19.6%.

Entre el 16 de marzo de 2020 y el 24 de julio de este año, Puno registra 57,926 contagios y 2,500 fallecidos, la mayoría de ellos, adultos mayores de 60 años, según la sala situacional de la Dirección Regional de Salud. 

“Nos contactaremos con el Ministerio de Salud, para que nos envíe la suficiente cantidad de vacunas para inocular a las personas de 50 a 59 años. No podemos permitir ni esperar más. Si es posible, vamos a viajar a Lima para hacer esa gestión, porque nuestra población necesita vacunarse y protegerse de la Covid-19”, anunció este mes el recién nombrado director de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Puno, Jorge Sotomayor Perales.

Para Carlos Almonacid, de la Defensoría del Pueblo, en Puno hubo problemas con el registro de la información. “La información que se tiene en el plan de vacunación puede diferir del número de personas que realmente hay en la región. Ese es un problema que se está encaminando con la actualización de los datos, para saber exactamente cuál es la población que se tiene que vacunar y cuánto realmente se está avanzando”, explica el funcionario.

El viceministro de salud Pública Gustavo Rossell informó que, en el caso de Puno, ha habido una mejora sustantiva en la vacunación, pero recordó que, por la misma dispersión, hubo dificultades.

 

 

Loreto
En las zonas periurbanas de Iquitos hubo un poco de rechazo a la vacunación, debido a la información contradictoria que circula sobre las vacunas. Foto: Diresa Loreto

 

Loreto: Más contagios y tercera ola

En Loreto, ya comenzó la vacunación de las personas de más de 44 años, pero no se ha terminado de inmunizar a las que tienen más de 60 años. Se han aplicado 54,762 primeras dosis y 45,754 segundas dosis, lo que representa el 40.8% de los 112,054 adultos mayores que se deben inmunizar. La provincia de Maynas lidera la cobertura, con 54.1%, mientras que las de Mariscal Ramón Castilla y Datem del Marañón, las más alejadas de la región, están al final, con 12.3% y 4.6%, respectivamente.

Al 17 de julio, se registran 99,858 contagios y 3,564 fallecidos en Loreto, según la Dirección Regional de Salud. “Estamos con un incremento de casos que nos hacen pensar en una tercera ola, que esperábamos se presente en agosto y no en julio. Hay aglomeración, pero todavía no hay un desborde del sistema sanitario”, alerta el decano del Colegio Médico de Loreto, Luis Rúnciman Soplín.

El ministro de Salud, Óscar Ugarte, informó, a inicios de julio último, que estaban observando la situación en Iquitos, con el repunte de nuevos casos. “Se ha enviado una comisión para evaluar con las autoridades”, dijo.

Rúnciman advierte que la vacunación no solamente es lenta en las comunidades nativas de Loreto sino también en la ciudad. En las comunidades ribereñas hay poca población para inmunizar, pero el acceso es difícil, ya que solo se puede llegar por río o vía aérea. Enviar brigadas de vacunadores implica un alto presupuesto, para el pago de personal, viáticos, combustible, entre otros requerimientos.

Otro impedimento para avanzar en la vacunación es la falta de un sistema de cadena de frío para las vacunas no solo en Iquitos, la capital, sino también en las capitales de provincias. El decano de Colegio Médico de Loreto explica que la Dirección Regional de Salud no ha considerado la compra de más congeladoras porque es muy costoso

El rechazo a la vacunación es otro problema. Contrariamente a lo que parecía, según el doctor Luis Rúnciman, en las comunidades nativas hay bastante aceptación, mientras que en las zonas periurbanas de la ciudad de Iquitos hay un poco de rechazo. “Hay mucha información contradictoria sobre gente que se está vacunando y está muriendo y propaganda contra la vacuna. Hay un grupo pequeño que cree esos comentarios y no quiere vacunarse cuando les corresponde”, relata.

A inicios de julio comenzó la vacunación de la población indígena de la región. La meta es inmunizar a 106, 974 miembros de 1353 comunidades nativas "Lo importante es que las comunidades reciban la información que necesitan y puedan recibir la vacunación de manera oportuna todos los mayores de 18 años", afirmó el director de la Diresa, Carlos Calampa, quien destacó que buscan aclarar algunas dudas, información falsa e ideas erróneas en torno a la vacuna Sinopharm.

Ucayali: Comunidades nativas rechazan vacuna

En Ucayali, se inició la vacunación de las personas con más de 45 años, pero aún no concluye la aplicación de las dos dosis a los adultos mayores. La meta es inmunizar a 57,113 ciudadanos de más de 60 años, pero solo hay 44.6% de avance ya que solo se han aplicado 25,456 segundas dosis y 31,065 primeras dosis. La provincia de Coronel Portillo lidera el ranking de avance con 49%, mientras que la de Purus se ubica al final, con 21.2%.

La región tiene una situación muy particular, según el director Regional de Salud de Ucayali, Juan Carlos Salas Suárez. “De los grupos mayores de 60, 70 y 80, tenemos un 70% de ausentismo para la segunda dosis. Esta segunda dosis tiene nombre y apellido. Los está esperando, pero vamos a tener que poner un plazo. Si no vienen, vamos a priorizar a otros grupos etarios”, advirtió.

El apu Berlin Diques, presidente de la Organización Regional Aidesep Ucayali, ORAU, dijo a Convoca.pe que los sondeos que hizo su organización, en la mayoría de las 20 comunidades nativas que hay en esta región, revelaron que el 70% no aceptaba la vacuna contra el Covid-19, como en San Rafael de Masisea, donde la comunidad entera negó el ingreso de las brigadas de vacunación. 

El apu Berlin y otros líderes indígenas ya se han vacunado, para transmitir confianza a sus comunidades. “Hay un miedo grande. Por las malas informaciones, se anticipan a la reacción que pueda dar la vacuna, que pueden morirse, va a haber una reacción muy fuerte, pueden tener fiebre, complicaciones y no van a caminar, que esa vacuna no garantiza absolutamente nada porque es un veneno. Muchos dicen que los hombres van a quedarse estériles y nunca más van a tener hijos”, cuenta el dirigente.

Para otros, estos comentarios sobre la vacuna pueden parecer descabellados, reconoce el apu Berlin, pero dice que hay que ver el fondo de la cultura de cada pueblo y por eso, insiste en que son importantes sus opiniones, sus propuestas. Recuerda que pidieron a la Dirección Regional de Salud de Ucayali formular un plan de vacunación en las poblaciones indígenas, pero el gobierno regional no aprobó el presupuesto, que es alto porque la región es un territorio muy inmenso.

Hasta el 23 de julio, la Diresa registra 47,926 contagiados y 2,483 fallecidos en Ucayali. La mayoría de 3,878 indígenas amazónicos contagiados proviene del pueblo shipibo (1,538), le siguen 580 de la etnia cacataibo y 472 asháninkas. 

“En las comunidades hubo pocos fallecidos, los pobladores indígenas que murieron vivían en la zona urbana de Pucallpa. Obedientes a los decretos de emergencia del Gobierno, hemos cerrado caminos para que no haya movilización en la propia comunidad. Eso también ha hecho que se incrementen las economías ilegales en la zona de selva”, dice el apu Berlin.

 

Ucayali
Líderes indígenas de la comunidad de Nuevo San Juan, en Ucayali, recibieron la primera dosis durante plan piloto de vacunación, para dar confianza a su pueblo. Foto. Diresa Ucayali

 

Madre de Dios: Ausentismo para segunda dosis

En Madre de Dios, ya comenzó la vacunación de los adultos de más de 50 años sin que haya concluido la de los mayores de 60 años. Solo se ha aplicado la segunda dosis a 6,458 de los 13,519 personas de más de 60 años que deben ser protegidas, el 47.8%, mientras que la primera solo llegó a 8,416 ancianos. De las tres provincias que tiene esta región, Tambopata registra el 50% de avance; le sigue Tahuamanu, con 40.9%; y Manu, con 37.5%.

Al 22 de julio se registran 25,509 contagiados y 564 fallecidos en Madre de Dios, según la Diresa. El director regional de Salud, Ricardo Tello Acosta, advirtió que las personas de los grupos etarios que no se han vacunado corren el riesgo de padecer formas severas de la enfermedad. “Tenemos vacunas para inmunizar a estas poblaciones”, resaltó.

Carlos Almonacid, de la Defensoría del Pueblo, dice que la baja cobertura de vacunación en Madre de Dios tiene que ver con las zonas alejadas y el rechazo a la vacuna por un sector de la población. La publicidad del Ministerio de Salud y los gobiernos regionales ha estado enfocada en informar a las personas dónde se pueden vacunar. Deben reforzar la comunicación sobre los beneficios de la vacuna. También es importante que la gente entienda que la segunda dosis es la que le va a dar la protección”, destacó.

Sobre los casos de Ucayali y Madre de Dios, el viceministro de salud Pública Gustavo Rossell explicó que la principal dificultad es el traslado a las zonas alejadas. Recordó que en varias zonas de ambas regiones no se vacuna por grupo etario, sino a partir de los 18 años. "La velocidad en estos lugares es distinta a la zonas urbanas, pero se trabaja con la misma intensidad", señaló.

Ante los reclamos de la población de las regiones a la cual todavía no llega la vacuna, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, culpó a los gobiernos regionales de una mala capacidad de gestión. Su acusación generó una airada respuesta de las autoridades regionales que señalaron diversas razones de la demora, ajenas a ellas, y destacaron el esfuerzo que estaban realizando para el avance de la inmunización.

A diferencia de la Defensoría del Pueblo, uno de los aspectos que destaca el Ministerio de Salud para medir la cobertura de la vacunación es el porcentaje de aplicación de las dosis en comparación con los lotes que el gobierno central entrega a cada región, más allá de si es la primera o segunda dosis.

“No quiero entrar en una discusión con las autoridades a quienes respeto mucho (...) Podemos escuchar las explicaciones por las cuales se están retrasando, pero decimos las cosas con claridad”, respondió, la semana pasada, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, ante una pregunta sobre el pedido de rectificación formulado por el Gobierno Regional de Amazonas, que rechazó las declaraciones de Ugarte sobre la demora en la vacunación y alertó que “desinforman y causan angustia en nuestra población”. Pocos días después, un nuevo director asumió la Dirección Regional de Salud de esta región amazónica.

 

Amazonas
Brigadas de vacunación recorren las zonas alejadas de la Amazonía para vacunar a los adultos mayores contra el Covid-19. Foto. Diresa Amazonas

 

Carlos Almonacid, de la Defensoría del Pueblo, admite que el retraso en la vacunación tiene que ver con el sistema de gestión de cada región, pero agrega que hay una diversidad de problemas y que lo que puede hacer el Ministerio de Salud es identificar a las regiones con menor porcentaje de vacunación y con menor nivel de personas adultas mayores protegidas con ambas dosis, y brindarles asistencia para superar este problema.

Además de la falta de capacidad de gestión de las autoridades de salud regionales, otras causas de la demora de la vacunación en las regiones, según los expertos y las autoridades de salud, son las dosis insuficientes entregadas por el gobierno central, el rechazo de cierto sector de la población a la vacuna, las pocas brigadas de vacunación, la carencia de una adecuada cadena de frío para las vacunas y las dificultades de acceso a las comunidades lejanas. 

“No hay que perder de vista el avance de la vacunación en las regiones y, dentro de ellas, no hay que descuidar la zona rural, cuyos pobladores también merecen ser protegidos del Covid-19. No podemos bajar la edad de vacunación si no cerramos esa brecha que tenemos pendiente con los adultos mayores de estas áreas”, concluye Carlos Almonacid, de la Defensoría del Pueblo.

A partir de este 28 de julio, la misión de completar la vacunación contra el Covid-19 entre la población, en especial de las zonas rurales y de los grupos de edad más vulnerables, como los adultos mayores, estará a cargo del gobierno de Pedro Castillo, que tendrá un gran desafío para superar esta brecha, lo más pronto, antes de la llegada de la tercera ola del nuevo coronavirus.

 

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