Matías Rojas, uno de los clientes del HSBC de Suiza, es un empresario petrolero acostumbrado al “secreto” y a los cuestionamientos por los irregulares contratos con gobiernos de América Latina

 El registro de las cuentas de más de 100 mil clientes de la sede central del gigante financiero HSBC, al que accedió Convoca junto a un equipo de periodistas de 45 países del mundo, ha permitido desenterrar historias no solo de traficantes de armas, dictadores y evasores de impuestos, sino también representa el punto de partida para atar nexos entre diversos personajes cuestionados en negocios entre el sector público y privado.

Entre los cerca de 60 mil archivos del HSBC obtenidos por el diario Le Monde y que procesó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), aparecen cuentas bancarias vinculadas a un centenar de clientes relacionados con el Perú que en total llegaron a registrar más de 141 millones de dólares, entre 2006 y 2007. Como ayer informó Convoca en la lista de personajes aparecen varios empresarios, entre los que destaca Matías Rojas Bruce, conocido en el mundo de los hidrocarburos y personaje central de una historia de presuntas irregularidades por la venta, compra y transporte de combustible a la empresa estatal de hidrocarburos, PetroPerú, en los tiempos del expresidente Alejandro Toledo.

Desde esos días, Rojas Bruce de 45 años de edad, a quien su padre prefiere llamar mercader en lugar de empresario, ha logrado expandir su compañía Blue Oil en varios países de América Latina, en algunos de los cuales enfrenta acusaciones y donde varios personajes han logrado reciclarse y otros han transitado de las petroleras estatales a su grupo empresarial. Aquí la historia.

El secreto ha sido el modus operandi de sus negocios.

“Es habitual en el mercado de hidrocarburos“, aseguró el empresario Matías Rojas Bruce, que las compañías no estén domiciliadas en los países con los que hacen negocios. “Las transacciones de petróleos internacionales ocurren en ese espacio teórico que hemos creado, que se llama el off shore”, explicó, muy habituado, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso la tarde del lunes 7 de abril de 2003.

Rojas Bruce acudió a esta comisión, entonces presidida por el congresista aprista Mauricio Mulder, para responder sobre las acusaciones de contratos irregulares entre las compañías a las que estaba vinculado y la empresa estatal PetroPerú. Durante el interrogatorio, el empresario fue cuestionado por no dar facilidades (ni dirección de oficina en Lima ni teléfono directo) para esclarecer las dudas que surgieron en torno a sus vínculos  y beneficios comerciales.

Ocho meses más tarde, en enero de 2004,  el empresario creó Blue Oil Trading Ltd., la primera compañía del grupo Blue Oil, en Islas Vírgenes, un paraíso fiscal que otorga un régimen tributario de impuestos bajos o nulos a sus residentes y al capital extranjero. Para entonces, según el registro de clientes del HSBC al que accedieron Le Monde y el ICIJ, Rojas Bruce ya contaba con una cuenta numerada, calificada por el banco de alta confidencialidad, con movimientos de dinero entre 2006 y 2007. Esta cuenta está asociada a otras tres cuentas bancarias, entre las que también figura el nombre de la ex esposa del empresario: María Agüero Echegaray. En los documentos, la cuenta numerada aparece bloqueada.

Convoca llamó al empresario a su oficina en Londres, donde actualmente vive según su padre Emilio Rojas Contreras. Conversamos telefónicamente en varias oportunidades con Fiona Nelson, quien aparece como la persona de contacto en la sede de Londres de Blue Oil, pero no obtuvimos la respuesta del empresario.

En Lima, fuimos a la dirección de Rojas Bruce que aparece en el registro del HSBC y encontramos a su padre. “El no es fácil”, advirtió luego por teléfono.

Montos millonarios

Entre los casi 60 mil documentos del HSBC, también figuran cuentas de personajes vinculados a  Projector SA, empresa que Rojas Bruce asesoró cuando era considerada una de las favoritas de PetroPerú en las adjudicaciones directas de importación y exportación de combustibles entre 2000 y 2003. El entonces presidente de PetroPerú, Héctor Taco Tamo, admitió en su vista a la Comisión de Fiscalización del Congreso del 31 de marzo de 2003, estas “negociaciones directas” porque permitían los mejores precios de petróleo para PetroPerú y revelaban la “eficiencia” de Projector, explicó.

De acuerdo con una nota publicada por el diario Correo, diez días después de la visita de Taco Tamo al Congreso, Projector demostró ser realmente eficiente: obtuvo contratos con PetroPerú mediante adjudicaciones directas por unos 210 millones de dólares y otros 140 millones de dólares a través de licitaciones públicas internacionales.

A Projector le fue muy bien, según aparece en los documentos revelados del HSBC de Suiza. Sus fundadores Jonathan Kollek y Steve Hellman, están vinculados a una veintena de cuentas bancarias de personas y empresas entre las que aparece Projector S.A. Entre 2006 y 2007, solo esta empresa registra un monto máximo de 31 millones 479 mil dólares.

Hasta 2007, año tope del movimiento financiero que incluye la data del ICIJ, la cuenta de Projector S.A., creada en 1995, aparecía operativa. En agosto de 2008, la compañía entró enproceso de liquidación mientras que tres años antes en Perú, las indagaciones iniciales del Congreso sobre sus cuestionados negocios en el petróleo quedaron congeladas.

El pedido de la conformación de una comisión investigadora en el Parlamento peruano se archivó en agosto de 2005 luego de que ingresara a la agenda del Consejo Directivo hasta en trece oportunidades. (Ver documento).

¿Qué sucedió? El Consejo Directivo del Congreso encabezado por Marcial Ayaipoma de Perú Posible, partido del gobierno de turno que en esos días enfrentaba acusaciones por diversos malos manejos en PetroPerú, argumentó que el tema había perdido “actualidad”. En estos días de 2005, la empresa estatal de petróleo, estaba presidida por otro funcionario vinculado al partido oficialista, Roger Arévalo, que ya antes había trabajado en el Congreso comoasesor del legislador de Perú Posible, Jesús Alvarado.

El vaivén empresarial

Mientras el caso pasaba al olvido en el Perú, Matías Rojas Bruce seguía tejiendo su red de relaciones y extendiendo sus dominios en América Latina. En el mundo de los negocios de este empresario, los personajes transitan entre el sector público y privado, también se mueven de país en país y se reciclan.

Uno de ellos es Alfredo Eyzaguirre Zegarra, quien fue gerente de Mercado Externo de PetroPerú, entre 2002 y 2003, y formó parte del comité encargado del proceso de contrataciones a favor de Projector donde Rojas Bruce se presentaba como asesor externo.

Después de las acusaciones por este caso, Eyzaguirre salió del cargo en diciembre de 2003 para irse a trabajar a Pluspetrol y finalmente convertirse en setiembre de 2011 en el gerente general de Blue Oil del Perú, filial del grupo Blue Oil que tiene a Matías Rojas Bruce como uno de sus fundadores. Convoca intentó ubicarlo en su oficina pero la respuesta siempre fue la misma: “está en reuniones”.

Rojas Bruce reconoció en su visita al Congreso de abril de 2003 que conoció a Eyzaguirre a fines de los 90. El empresario trabajaba en esos días en Marc Rich Investment de Londres del fallecido empresario belga Marc Rich, que huyó a Suiza en 1983 cuando era investigado por evadir impuestos por un valor de 48 millones de dólares de la época.

En forma simultánea al mundo comercial, Rojas informó con evasivas que su cercanía con Eyzaguirre se debía a sus encuentros en las prácticas deportivas de kayak en el mar de Chorrillos. “No es mi enemigo, si él decide usar esa palabra (amigo) me parece correcto”, respondió aquella vez. Ocho años más tarde, Eyzaguirre se convirtió en el representante en el Perú de la empresa fundada por el empresario.

Redes latinoamericanas

La presencia de Eyzaguirre no es la única pieza del rompecabezas que vuelve a cobrar vigencia.

Rojas Bruce fue apoderado de Arboil S.A. entre abril de 2001 y abril de 2003, según registros públicos, y al igual que Projector, esta compañía fue cuestionada por la compra y venta de barriles de diesel 2 en las negociaciones con PetroPerú.

En enero de 2003, también figuraba como apoderado de Arboil, el ciudadano inglés Max Miles Beckett que luego pasó a ser socio de Rojas Bruce en Blue Trading SRL de CV, filial en Londres, y años más tarde se vio envuelto en un escándalo de conflictos de interés en México.

En 2010, su esposa María Miyazaki, quien era la subdirectora comercial de Destilados Intermedios de PMI, filial de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), fue acusada por las autoridades de generar una presunta pérdida para la institución de 4.5 millones de dólares por la compra innecesaria de combustible de bajo azufre. ¿Qué tiene que ver esto con Matías Rojas Bruce? Una de las compañías beneficiadas con esta cuestionada transacción fue Blue Oil Trading Ltd, fundada por el empresario en Islas Vírgenes.

En junio de 2013, la Secretaría de Función Pública de México resolvió inhabilitar a la esposa del socio de Rojas Bruce, en el desempeño de cualquier cargo público durante 20 años y estableció una multa de $59.3 millones (Ver documento). La exfuncionaria apeló en setiembre de ese año ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. En el último reporte de Pemex, de mayo de 2014, aún no se registraron novedades del caso.

En Paraguay, el desempeño de Blue Oil tuvo características similares. La Auditoría General del Poder Ejecutivo de ese país, determinó que Blue Oil Trading Ltd., sobrefacturó la venta de gasoil a la empresa petrolera estatal Petropar por un monto que bordeaba los 800 mil dólares, entre octubre de 2011 y enero de 2012, según el diario ABC Color que accedió a la auditoría.

La venta se concretó en una sola operación gracias a las gestiones de Marcos Fariña, abogado del expresidente Fernando Lugo. En el contrato con Blue Oil, Petropar además renunciaba sorprendentemente a cualquier penalidad por demoras en la entrega del diesel. Matías Rojas Bruce tuvo una participación directa en las negociaciones según un correo electrónico, con fecha 22 de setiembre de 2011, dirigido a Fariña y al titular de Petropar, Sergio Escobar, en el que el empresario presenta su oferta por la venta de gasoil.

Recién cuando el hecho se difundió en la prensa, Petropar inició acciones judiciales para recuperar el dinero de la sobrefacturación. De acuerdo con un informe del Ministerio Público de Paraguay, la empresa pagó 835 mil dólares “por reparación total del daño al patrimonio de Petropar” como resultado de una conciliación (Ver documento).

A pesar de los antecedentes de la empresa en Paraguay, Luis Manuel Aguirre, un exapoderado de Blue Oil Trading Limited en ese país y quien además firmó el cuestionado contrato con Petropar, fue nombrado en setiembre de 2013 como presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de Paraguay.

En Chile, el vaivén empresarial también fue evidente.

En 2010, cuando la filial de Blue Oil en Chile acusó a la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) de ese país, de poner trabas a su ingreso en el mercado nacional de petróleo, su vocero era el ex fiscal del propio ENAP, José Luis Ramaciotti, entonces director ejecutivo y hoy presidente del directorio de Blue Oil Chile.

De regreso

Tras las denuncias que enfrentaron las compañías a las que estuvo vinculado en Perú, México y Paraguay, Rojas Bruce salió al frente a reclamar transparencia y reglas claras en los negocios como una especie de estrategia de resurgimiento. En febrero de 2013, se quejó en una radio local de Colombia que la empresa estatal Ecopetrol, no actuaba con “transparencia al momento de seleccionar las adjudicaciones” de compra y venta de combustible.

Dos meses después, en mayo de 2013, reapareció en el Perú mediante una entrevista concedida al diario El Comercio, en la que anunciaba su interés de comprar la refinería La Pampilla que ese año Repsol puso en venta. El proceso, como se sabe, quedó trunco.

En esa misma entrevista, el empresario habla de su negocio en Guatemala, donde Blue Oil cuenta con el 15.6% de importación de gasolina y el 11.3% de diesel del mercado, según el reporte del Ministerio de Energía y Minas del primer trimestre de 2014. Lo que no dijo es que otro peruano que estuvo vinculado a las cuestionadas empresas del caso PetroPerú fue el representante legal de su empresa en este país centroamericano: Evans Tapia Bellido.

Antes de ingresar a Blue Oil, Tapia Bellido fue gerente general de Arboil SAC y de Marítima Sur Pacífico SAC en Perú, según registros públicos. Ambas compañías también estuvieron involucradas en la compra, venta y transporte de combustibles de la empresa petrolera peruana y con las que Rojas Bruce trató de desvincularse durante su visita a la Comisión de Fiscalización del Congreso en abril de 2003.

Casi doce años más tarde, los nexos que intentó negar, quedan demostrados.