¿Cómo se esfumaron cientos de miles de toneladas de anchoveta declaradas por las naves pero que no registraron las empresas pesqueras en el Perú? Esta es la respuesta que busca responder la segunda entrega de la serie investigativa 'Pesca Negra', publicada originalmente en IDL-Reporteros, y que Convoca.pe reproduce debido a su relevancia en el día Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada.

En las investigaciones periodísticas, hay varios tipos de impacto. Algunos son ruidosos y otros son silenciosamente remecedores. Hay investigaciones que se intenta encapsular en silencio; pero ello, a veces, en lugar de sofocarlas, aumenta su potencia. Todo indica que eso fue lo que sucedió con esta investigación sobre la pesca que desaparece y se hace fantasma entre la declaración de peso de los patrones o capitanes de las lanchas y el pesaje en las balanzas de las fábricas.

Es que una diferencia de 300 mil toneladas de pesca, entre la segunda temporada de pesca de 2019 y de las dos temporadas de 2010, con un valor en harina de 100 millones de dólares, no se deja ignorar una vez que ha sido revelada y demostrada (Ver primer reportaje de la serie 'Pesca Negra'). Hubo varios empresarios pesqueros que buscaron demostrar en estos días que las cifras o el método empleado en la investigación eran falaces.

IDL-R supo, sin embargo, que algunas empresas pesqueras (entre las cuales Austral y Copeinca), llegaron a la conclusión, luego de  examinar y recalcular las cifras y el método, que los resultados de la investigaciónno eran refutables.

En el caso de otros, se esgrimió, más o menos soterradamente, el argumento de que no es válido comparar el peso calculado por el volumen de carga con el peso registrado en balanza.

Pero el cálculo del peso a partir del volumen es de conocimiento elemental en el transporte marítimo.

“Una nave desplaza toneladas, no metros cúbicos”, dice el ex ministro de la Producción y contralmirante AP (r) José González Quijano. “Una nave tiene marcas, cada marca en el calado me permite saber el tonelaje que desplaza la nave”.

 

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Desembarque de nave con carga de anchoveta a bodega llena en Chimbote (Foto: IDL-Reporteros).


Entonces, en tanto las bodegas de las naves de pesca han sido cubicadas por la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) de la Marina, el tonelaje que desplazan cuando están cargadas con anchoveta puede calcularse con harta precisión.

¿Por qué, entonces, la enorme disparidad que fue revelada por la investigación de IDL-Reporteros?

Si el cálculo de peso por volumen es coherente, lo que queda por examinar son las balanzas.

 

II.- Las balanzas, ¿pesan bien, son seguras?

Parece que no tanto.

Las balanzas se encuentran dentro de las fábricas de harina y aceite de pescado y son parte integral del proceso de producción. La anchoveta que se va a pesar es depositada en unas tolvas de alta capacidad, conectadas por cables y sensores a un tablero de control de pesaje protegido por una caseta (ver infografía).

 

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El alma de la balanza es el software, el programa informático que controla su funcionamiento, de acuerdo con las especificaciones establecidas en los últimos tres años por el ministerio de la Producción.

¿Se puede adulterar la balanza a través de la manipulación del software? En teoría, por supuesto que sí. En la práctica, sostienen las empresas pesqueras, eso no es viable por las características del propio software, los controles que ejerce el Estado y el que practican las compañías supervisoras.

La única forma de determinar si eso es verdad o no, es a través de inspecciones y, sobre todo auditorías.

 

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Descarga de anchoveta en la tolva de pesaje (Foto: IDL-Reporteros).

Una auditoría de las balanzas en las fábricas de harina y aceite de pescado, se llevó a cabo en agosto de 2009. Fue ordenada por el ministerio de la Producción en respuesta a las quejas de los pescadores por las altas discrepancias entre lo declarado por ellos y lo pesado por las fábricas.

Fue, de acuerdo con fuentes vinculadas a las empresas inspectoras, la única auditoría que se realizó. Pese a sus resultados –que demandaban pronta acción –, el documento producto de la investigación fue intrascendente.

IDL-Reporteros obtuvo una copia de esa auditoría sobre el proceso de pesaje de la anchoveta en las compañías. El “Informe Final, Programa de Auditoría, Tolvas de Pesaje a Empresas Industriales Pesqueras” fue preparado por Certificaciones del Perú, S. A., (Cerper), una de las dos empresas inspectoras en el sector (la otra es SGS).

 

III.- Relación de irregularidades

 

Los auditores examinaron 16 balanzas de tolva y encontraron que el 31% de ellas tenía “problemas serios”.

¿Cuán serios eran esos problemas que impedían un peso fidedigno o lo distorsionaban? Aquí una  muestra.

 

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Indicios de manipulación en balanzas de empresa Centinela
 

 

• Los auditores detectaron cambios ilegales en las claves de acceso a los tableros que controlan el pesaje.

Así por ejemplo, entre otros casos, se detectó que en el software de las Tolvas 1 y 2 de la Corporación Centinela SAC, de Chimbote, y que pertenece ahora al grupo Romero, “la clave de acceso ha sido manipulada. Posible manipulación por software externo”.  IDL-R pidió su versión a la empresa, pero esta no respondió.

Hubo indicios de manipulación de los software de pesaje. Entre varias otras irregularidades, se detectó que no se registraban todas las descargas de anchoveta.

Débiles controles de seguridad de los tableros de control del pesaje. Con riesgo permanente de pérdida de datos.

• Software para el registro de pesaje que se instala en otras computadoras de la planta. Y que da un control indebido sobre las balanzas, que permite borrar o alterar la información. Es decir, cambiar el peso.

Tres de las compañías auditadas tienen altas discrepancias entre la pesca declarada y la pesada, y fueron mencionadas en el primer reportaje de esta serie: Copeinca, Centinela y Corporación Pesquera 1313.

 

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Irregularidades detectadas en Pesquera Jada.

En la empresa Jada, del empresario Jacobo Cavenago, también se detectaron irregularidades tales como el cambio de claves en el tablero de control y cerca de 500 descargas que no fueron registradas en la primera temporada de pesca de 2009.

IDL-R revisó la base de datos de los desembarques de anchoveta y detectó que en la segunda temporada de ese año, las discrepancias entre pesca declarada y pesada de las naves de Cavenago, son de 30% en promedio. Ese problema se evidencia en más del 30% de las descargas realizadas en las balanzas de la planta de Chimbote donde se hallaron estos indicios de manipulación.

Cavenago dijo a IDL-R que el ministerio de la Producción nunca le comunicó de los resultados de la auditoría, negó que en su planta se haya cambiado las contraseñas de los tableros y dijo que se tomaron previsiones ante posibles cortes de luz.

¿Cuándo tomaron las medidas? “No tengo fechas, amor. Me sorprende lo que me están comentando (…) No sé absolutamente nada”, respondió el empresario.

Aquí se puede ver los facsímiles de varias de las anormalidades y adulteraciones señaladas por los auditores de Cerper.

 

 

 

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En el caso de Copeinca se auditaron cuatro tolvas de la planta del puerto de Bayóvar. Ahí se detectó que las alarmas para evitar la manipulación de las tolvas, son inseguras. “No conformidad: el haz de luz está solamente a una altura, por lo que sabiendo donde está el haz se puede pasar por encima o por debajo del mismo sin que se active la alarma”, señala el informe.Los registros de pesaje de Copeinca eran enviados primero a un hosting y no directamente al ministerio de la Producción a pesar que era obligatorio para evitar alteraciones o eliminación de la data.  Estos mismos problemas fueron detectados en la planta de Chimbote de Corporación Fish Protein, que pertenece a Copeinca desde inicios de 2007.

Los representantes de esta empresa señalaron que los auditores no le informaron sobre los problemas en la activación de la alarma y que lograron subsanar el problema con el hosting.

La conclusión principal de la auditoría de Cerper fue, como se ha dicho, que un tercio de las tolvas auditadas tienen problemas que “demuestran que las mismas pudieran estar siendo manipuladas o ser susceptibles de manipulación”.

Tres de las compañías auditadas tienen altas discrepancias entre la pesca declarada y la pesada: Copeinca, Centinela y Corporación Pesquera 1313.

El informe termina señalando que “En los SCRIPTS de los software auditados, se puede evidenciar la existencia de alteraciones de los parámetros de las tolvas”.

 

Es decir, hay síntomas de manejo fraudulento del pesaje en nada menos que un tercio de las balanzas/tolvas auditadas.

Como indican los auditores de Cerper en la introducción a su informe, la auditoría se realizó por la “presión de ciertas denuncias … sobre las diferencias entre los pesos de la pesca declarada y la registrada en el pesaje”. Cerper añade que “es posible que exista algún mecanismo que hayan implementado las plantas que no permita ser detectada la manipulación del peso descargado…”.

La auditoría ratificó todos los temores.

 

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Un mar de anchoveta: depósito de la descarga pesada que luego se convertirá en harina (Foto: IDL-Reporteros).

El informe dio una serie de recomendaciones, pero sólo sirvió para aprobar la resolución ministerial Nº 505 en noviembre de 2009 que señalaba mejoras en las medidas de control en el pesaje que luego terminaron relajándose.

Según el nuevo responsable de la Dirección General de Seguimiento, Control y Vigilancia (Digsecovi), Fernando Alarcón, el área de fiscalización no realizó nuevas auditorías a los software.

Al final, el documento quedó encarpetado. Hasta hoy.