Cansados de no ser escuchados por las autoridades, decenas de médicos, enfermeras y técnicos del Hospital Dos de Mayo protestaron no sólo por la falta de mascarillas y equipos de bioseguridad, sino por el evidente colapso del nosocomio dedicado a la atención de pacientes con COVID-19.  

La unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Dos de Mayo de Lima ya colapsó y se ha convertido en una suerte de frontera entre la vida y la muerte de los pacientes más graves con COVID-19. El médico William Torres no duda en señalar que, no cabe un paciente más en dicha área, pero tampoco aceptan transferencias al hospital especializado de Ate Vitarte.

Es decir, si un paciente con el nuevo coronavirus  llega con insuficiencia respiratoria y fiebre alta producto de la infección, no podrá ser admitido en dicho nosocomio.

“Sólo tenemos seis camas de medicina intensiva, que es para ventilación mecánica y está totalmente llena, no podemos transferir (a los pacientes) a otro hospital como es el de Ate Vitarte que también lo está. Hemos colapsado en realidad, no tenemos más capacidad en recibir más pacientes”, anotó el doctor Torres, médico internista.

El médico William Torres reveló el colapso de UCI y la no aceptación de traslados en el hospital de Ate

Según su testimonio la demanda por camas UCI crece a diario e incluso pacientes intermedios ya las necesitan. “Hay días en que cuatro o cinco pacientes necesitan los respiradores mecánicos y el monitoreo, que son más o menos los que fallecen de forma diaria”, indicó.

Pero Torres cuenta que también deben tomar decisiones dolorosas y difíciles para elegir quien recibe un respirador. “Tenemos que dar prioridad al que es más joven o no tiene factores de riesgo y eso no debería ser, pero lo tenemos que hacer porque no hay áreas de ventilación mecánica”, señaló.

Por una mascarilla

Pero otra necesidad primordial para los médicos y técnicos del hospital Dos de Mayo son las mascarillas, pues es su única defensa para evitar el contagio del COVID-19. Ellos reciben cada semana una mascarilla N93 y en muchos casos esta se deteriora a los dos días de uso. 

Convoca fue testigo del reclamo que hicieron el personal por más mascarillas ante la directora del hospital Dos de Mayo, Rosario Kiyohara Okamoto. “Nos ha dicho que para hoy si habría, pero no hay seguridad para que nos entreguen todos los días”, explicó Sonia Montes, secretaria del sindicato de técnicos del nosocomio.

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Sonia Montes, secretaria del sindicato de técnicos del nosocomio.

“La institución no está preparada para enfrentar la crisis, para el personal no hay protección, deberíamos tener la mascarilla N-93, protección en nuestra vestimenta y somos los técnicos quienes tenemos que estar junto al paciente de lo que más necesita”, detalló.

Montes dijo que urge que todos sean considerados en el bono que el gobierno ofreció al personal médico, pues ponen en riesgo su salud. 


Larga espera en emergencia

Pero en las salas de hospitalización del Dos de Mayo también están llenas. El médico Cësar Gamarra reveló que “hay una larga espera para los pacientes en las carpas de atención del hospital Dos de Mayo”. 

“Hay tres salas de medicina interna para pacientes con COVID-19, además de dos salas de infectología y neumología, cada una tiene en promedio entre 16 y 18 camas. Asimismo hay un área donde se reciben a los pacientes que recién llegan de emergencia que son las carpas de atención y donde hay una larga espera, pues las salas de hospitalización están llenas”, precisó.

Al igual que sus colegas, el médico sostuvo que carecen de equipos y mascarillas para realizar con efectividad su labor. El detalle es que el nosocomio no garantiza la entrega permanente de estos elementos de bioseguridad.

 

Mortuorio también colapsó

Convoca también recogió el testimonio de una técnica de más de 60 años, quien evitó dar su nombre por medidas de seguridad. Ella admitió que está en el grupo de riesgo por su edad, pero sostuvo que por necesidad y la situación crítica del hospital. sigue laborando. 

“Tenemos 16 pacientes, de los cuales ayer falleció uno, y el encargado de patología nos informó que el mortuorio ya estaba colapsado y no había espacio, también le pedimos bolsas negras y un cobertor para los difuntos para evitar la contaminación, lo cual no hay y mi paciente amaneció en el servicio”, contó.

A pesar de la situación complicada que viven, ninguno de los médicos, especialistas y técnicos, han pensado en abandonar sus funciones, por el contrario, reconocen que sólo el 40% está laborando, pues la mayoría del personal de más edad tienen factores de riesgo.

Con la colaboración de Luis Enrique Pérez (Convoca.pe)