Las tierras de Tamshiyacu

La batalla de Ruperto

Esta es la historia de Ruperto Vásquez, un agricultor que se niega a ceder sus tierras en Tamshiyacu, en la región amazónica de Loreto, a la empresa Cacao del Perú Norte, que forma parte de un conglomerado de compañías acusadas de deforestar más de 13 mil hectáreas en Loreto y Ucayali con el empresario estadounidense-checo Dennis Melka a la cabeza. Este relato forma parte de la publicación “Acaparamiento de tierras en la Amazonía peruana: El caso Tamshiyacu” de Juan Luis Dammert.

Publicado: 07/08/2017

Publicado: 07/08/2017

ESCRIBE JUAN LUIS DAMMERT / Sociólogo e investigador de Oxfam*

Ruperto Vásquez es un agricultor de Tamshiyacu que ha vivido en el pueblo desde los ocho años de edad, hace más de cincuenta y cinco años. Vásquez ha sido candidato a la alcaldía, dirigente social, juez de paz y trabajador de la gerencia de servicios públicos del municipio de Fernando Lores. Ruperto Vásquez tiene un predio de 20 hectáreas (que ahora son 17) en la zona de expansión actual de la empresa, en la trocha que continúa luego de que termina la carretera de penetración de la zona. Le ofrecieron también 5,000 soles por este predio, pero no quiso vender. De acuerdo con el testimonio de Vásquez, un ingeniero de la empresa le dijo: “Si no me vendes, te vas a lamentar. Te vamos a denunciar ante las autoridades para quitarte tu terreno”.

En su predio Vásquez tiene yuca y plátano sembrados, además de especies maderables en crecimiento como caoba. Sin embargo, el conflicto con la empresa lo ha desanimado de sembrar. La empresa misma le dice –según su versión– que “por las puras está sembrando si igual va a perder su tierra”. Vásquez explica que en la zona lo que hay son bosques primarios, aunque la madera comercial ya fue extraída. Hacen agricultura en una hectárea por unos años, luego dejan que se “empurme” y pasan a otra zona y así sucesivamente. No es una explotación masiva sino que se va realizando de acuerdo con su capacidad económica.

De acuerdo con Ruperto Vásquez, la empresa está pidiendo la anulación de las constancias de posesión, aduciendo superposición con sus terrenos. Vásquez no quiere vender su terreno. Originalmente tenía 20 hectáreas y ahora le quedan 17, ya que perdió 3 hectáreas a manos de la empresa que taló la parte de atrás de su predio. Al momento de renovar su certificado de posesión, materialmente no podía acreditar la posesión de esas tres hectáreas por lo cual su renovación solo fue de 17 hectáreas. En esas tres hectáreas no tenía agricultura pero sí había zonas con irapay (Lepidocaryum tenue Mart) y además plantas medicinales que ahora se han perdido. No ve como una opción atractiva vender su terreno a otras organizaciones tampoco, en tanto es consciente de que no tiene otro lugar donde trabajar.

Vásquez le compró a un vecino su constancia de posesión hace aproximadamente 10 años. Cuando esta caducó, al momento de renovarla, en 2014, fue que le dieron solo 17 hectáreas. El perito que vino a evaluar el predio concluyó que había otro dueño. De acuerdo con Vásquez, existen 7 casos como el suyo, algunos de estos con título de propiedad. La empresa construyó una carretera como lindero y taló la zona que estaba al interior de ese límite, ocupando en la práctica áreas que ya tenían otros derechos asignados aunque el bosque permanecía en pie. A partir de esta situación, Vásquez y los otros afectados realizan una vigilancia permanente de la parte trasera de sus predios, y de cuando en cuando retiran las estacas que coloca la empresa en señal de que por ahí pasarán sus próximas trochas. En las tres hectáreas que perdió Vásquez, la empresa ha colocado algunos sembríos pero estos lucen abandonados. En su concepto, pusieron eso “por cumplir” para la visita de la Fiscalía.

"Existe superposición entre el predio de Vásquez y títulos que compró la empresa en el marco de sus compras a la Asociación Los Bufaleros".

Según la explicación de un funcionario de DISAFILPA, la empresa compró títulos que no estaban georreferenciados. Al momento de hacer la georreferenciación, los títulos “se corrieron” con la imagen satelital (1), ocupando predios que ya estaban ocupados y tenían constancia de posesión, como el de Ruperto Vásquez. La empresa procedió entonces a solicitarle a Vásquez que se retire y a demandar judicialmente una reivindicación de tierras. Vásquez explica que, hasta la llegada de la empresa, la costumbre era “descuidar la parte legal. Trabajabas lo que querías y no pasaba nada... Lo que ha pasado es muy raro. Nosotros viviendo tantos años acá sin problema.... ahora vienen a quitarnos, de un día para otro” (2).

Vásquez está en juicio con la empresa y para esto ha recibido el apoyo de la Sociedad Peruana de Ecodesarrollo (SPDE) y Kené Amazon, a través de Lucila Pautrat (3). Vásquez ha denunciado a la empresa por usurpación de tierras y su objetivo es que le devuelvan la tierra o en su defecto le paguen una compensación. La empresa también lo ha demandado y la defensa de Vásquez también se produce con apoyo de Kené Amazon/SPDE. De acuerdo con el testimonio de Vásquez, en un punto del proceso lo llamaron a una conciliación y la empresa ofreció compensarlo por las plantas y árboles, pero no por el terreno, que afirman es de propiedad Cacao del Perú. De acuerdo con la versión de Vásquez, le dijeron que “si no quiere salir a las buenas, tendrá que salir a las malas. Yo les dije que ahí he crecido, ahí trabajo y que venga una empresa a sacarme de la noche a la mañana no es dable, no es lógico”.

Ruperto Vásquez en Tamshiyacu (región Loreto). Foto: Diego Pérez.

Ruperto Vásquez en Tamshiyacu (región Loreto). Foto: Diego Pérez.

De acuerdo con Vásquez, el trámite para acceder a un certificado de posesión cuesta S/.144 soles, que no incluyen gastos logísticos adicionales que en la práctica muchas veces asume el agricultor. En el caso particular de su constancia, Vásquez tuvo que hacer una denuncia por la radio para que el Director Regional de Agricultura de la gestión regional anterior lo atendiera y diera la orden para que le entreguen esa constancia. En ese trámite le informaron que había problemas con su tierra, por una superposición con otro predio. Sin embargo, la orden fue dada para que se le otorgue la constancia de posesión a pesar de estos problemas, probablemente a la luz de que Vásquez estaba llevando su caso a los medios de comunicación. Fue entonces cuando le otorgaron las 17 hectáreas. Vásquez explica que él solo tiene la posesión y no cuenta con el título porque esto “cuesta muy caro”. Pero asegura que hay otros casos similares al suyo de personas que sí cuentan con el título de propiedad y no solo el certificado de posesión. Según él, existirían siete personas en la misma situación que él en Tamshiyacu. En la versión de Vásquez: “a nosotros cuando nos dan un terreno, nos piden todos los colindantes. A la empresa, nada. Ellos solitos miden su terreno y nadie les dice nada”.

Al momento de ser entrevistado por primera vez para este trabajo, Ruperto Vásquez trabajaba para el Municipio de Fernando Lores (el distrito cuya capital es Tamshiyacu), en la oficina de servicios públicos, viendo temas de limpieza pública y medio ambiente. Una de sus labores era coordinar las acciones de mantenimiento de la carretera. Él tenía cercanía con el alcalde (quien está ejerciendo su tercer periodo, no consecutivo) y apoyó para el triunfo las últimas elecciones con el Movimiento de Integración Loretana (MIL), el mismo movimiento del actual Gobernador Regional Fernando Meléndez –su hermano Jorge Meléndez ha sido electo congresista con el partido de gobierno, Peruanos Por el Kambio (PPK). Vásquez percibía que, por un lado, los opositores a la empresa desconfiaban de él por trabajar en el municipio; mientras que, por otro lado, el mismo alcalde también “lo miraba mal” en tanto sospechaba que filtraba información del municipio para perjudicar a la empresa. Esta situación llegó a su fin cuando hacia junio de 2016 Ruperto Vásquez fue destituido de su cargo. Vásquez asistió a una marcha convocada por el Comité del Agua en Iquitos y fue fotografiado por personas que le hicieron llegar la información al alcalde de lo que hacía en un supuesto descanso médico.

Finalmente, de acuerdo con el testimonio de una tercera persona para esta investigación (4), un ingeniero de la empresa le confesó que Cacao del Perú había fabricado el tema de la superposición con Ruperto Vásquez y otros para aburrirlos y así forzar la venta de sus tierras.



Descarga el libro "Acaparamiento de tierras en la Amazonía peruana: el caso de Tamshiyacu", publicado por Wildlife Conservation Society (WCS) y Oxfam en Perú

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Testimonios

Pobladores de Tamshiyacu (Loreto) cuentan cómo las empresas del grupo Melka los han despojado de sus tierras con amenazas o han invadido sus parcelas.







(1) Entrevista Estado # 27.

(2) Entrevista Ciudadanos Afectados # 3

(3)Lucila Pautrat era la directora ejecutiva de la SPDE hasta marzo de 2015. Actualmente es parte de Kené Amazon. Ambas instituciones mantienen un convenio para darle seguimiento a este y otros procesos judiciales asociados con grandes plantaciones en la Amazonía peruana.

(4)Entrevista Ciudadanos Afectados # 7



*Juan Luis Dammert es licenciado en sociología por la PUCP y doctor en geografía por Clark University, Massachusetts. Ha sido consultor para el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, Wildlife Conservation Society, GRADE, entre otros. Ha sido también investigador de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental y profesor en la PUCP. Actualmente trabaja como investigador de Oxfam en Perú.